www.cubaencuentro.com Viernes, 28 de octubre de 2005

 
  Parte 4/5
 
'Castro se cree superior a Alejandro'
El escritor Norberto Fuentes se mete en la piel del gobernante cubano a través de 'La autobiografía de Fidel Castro'.
por MIGUEL RIVERO, Miami
 

Ribalta me contó que, ya después del triunfo de la revolución, estaba junto a Fidel y pasaron en el auto cerca de la Universidad, donde el Che Guevara conversaba con algunos estudiantes. El comentario de Fidel fue: 'Este argentino es un gran comemierda'.

Pero el Che Guevara no era un tipo fácil. Iba a la revista Verde Olivo para llevar sus artículos que se denominaban Pasajes de la Guerra Revolucionaria.

En una de aquellas visitas estaban revisando las pruebas de un discurso de Fidel. El Che tomó los papeles en sus manos y exclamó: '¡Madre mía, qué dirán de todo esto las generaciones futuras!'. Anécdotas que reflejan a dos personalidades que no podían marchar juntas en el proceso revolucionario. Fue cuando a Fidel se le ocurrió proponerle que fuese a ayudar a los guerrilleros del Congo, y ya sabemos que todo terminó en un tremendo fracaso. El Che Guevara se refugió en Praga y Fidel mandó a Ulises Estrada para que lo mantuviera bajo control. En aquel tiempo, el argentino se hizo un fanático de la música de Los Beatles, especialmente del álbum Revolver, que repetía constantemente en el tocadiscos.

El Che Guevara pide entonces regresar a Cuba y Fidel le dice que lo haga, que le prepararán un gran recibimiento. Era un sarcasmo, pues había fracasado en la guerrilla en el Congo.

Cuando se preparaba para ir hacia el aeropuerto de Praga y regresar a Cuba, supo que Fidel había leído su carta de despedida, al constituirse el primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Esto fue en octubre de 1965.

En todo aquel período, el Che escribió unos cuadernos sobre economía que Ulises Estrada se encargó de recoger y nunca han sido publicados.

El Che no tuvo otro remedio, después de algún tiempo, que regresar a Cuba, pero entonces para preparar el grupo guerrillero que iría hacia Bolivia.

Por cierto, que el nombre de nacimiento de Ulises es Dámaso Lezcay Tabares, pero cuando entraba en Chile, lo hacía bajo el nombre de Armando Estrada.

En todo el proceso revolucionario surgieron figuras que podrían hacer sombra a Fidel Castro y todas desaparecieron. ¿Será casualidad?

Todo ha sido un proceso maquiavélico, que Fidel ha dirigido personalmente. Él no puede aceptar que nadie discuta su poder personal. El único que se atreve a contradecirle, algunas veces, es Raúl. Fidel lo ha tolerado porque sabe que lo necesita, pero es capaz de deshacerse de su propio hermano por métodos expeditivos.

El contrincante más farruco y empecinado fue el Che Guevara, todos los demás han sido parodias, como fue el caso del general Arnaldo Ochoa.

Cualquiera que pueda opacar su personalidad absoluta, ya se llame Alberto Juantorena, o Teófilo Stevenson, Fidel se encarga de marginarlos. No resiste la competencia.

En el caso de Salvador Allende, ¿le molestó que llegase al poder por la vía electoral?

Para Fidel, ese fue un caso que ponía en peligro el futuro, tenía que demostrar que el método no podía ser válido. La visita tan prolongada que realizó a Chile fue parte de su plan para eliminar a Allende, después de haber intrigado con las fuerzas armadas chilenas, con la CIA, con todo el mundo. Su objetivo era que Allende fuese derrocado.

Bueno, ahora tenemos el caso de Chávez…

Ese es un personaje de opereta. Es una jugada que, hasta el momento, le está saliendo bien a Fidel Castro. Chávez es un satélite muy útil. También pienso que Castro puede haberle prometido a los norteamericanos que él se encarga de controlar a Chávez, de manera que no le falten los suministros de petróleo a Estados Unidos.

Esto de colocarse en la piel de Fidel Castro, ¿no le ha provocado trastornos de personalidad?

He escrito un libro maldito, pero creo que he salido incólume. Fidel Castro también es un comemierda, lo conozco bien. Recuerdo que una vez me llamó a su oficina, un sábado por la noche, para decirme: 'Mira esto, todo el mundo está por ahí en sus diversiones y yo aquí trabajando'.

Yo pensé para mis adentros: 'Caramba, que este sea el fundador del primer Estado socialista en América Latina y lo que quiere es que yo lo elogie y adore por trabajar un sábado por la noche'.

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