A lo largo de los años, la situación precaria e incierta de los cubanos detenidos por el servicio de inmigración de Bahamas tiene el agravante de su relativo desconocimiento.

Cubanos en el Centro de Detención de Carmichael (2002).

Lugar de tránsito accidental de muchos balseros, sólo ha salido a la luz pública cuando algún famoso jugador de béisbol ha terminado en las costas del archipiélago su fuga marítima o, como en días atrás, cuando la situación ha desembocado en violencia abierta en los campamentos de detenidos.

La relativa invisibilidad de los detenidos en Bahamas los sitúa en un peligroso limbo que los deja expuestos a arbitrariedades y abusos con más frecuencia que en otros lugares. Hace meses arribaron al centro de detención de Carmichael miembros del Partido Democrático 30 de Noviembre, activa organización de la disidencia interna en Cuba, quienes habían escapado de la Isla aduciendo una intensa persecución por parte de las autoridades cubanas.

El Comité de Ayuda a los Activistas de Derechos Humanos (CAHRA, por sus siglas en inglés) ha desarrollado un estrecho seguimiento de la situación de estos refugiados, en los últimos meses, tanto con la gestión de distintos tipos de ayuda como dando a conocer las difíciles condiciones en que se encuentran los cubanos allí.

La visita en días pasados a dicho campamento de Armando Álvarez, ejecutivo del CAHRA, con el objetivo de llevar ayuda, recoger información e informar de las gestiones que se estaban realizando, coincidió con un confuso estallido de violencia que dejó a nueve cubanos heridos. De ahí que haya recibido información de primera mano que quisiera compartir con los lectores de Encuentro en la Red, lo cual arroja reveladora luz sobre una situación que va más allá del maltrato ocasional o la desesperación de un grupo de detenidos ante la lentitud de sus trámites.

¿Cuándo comienza a trabajar CAHRA para intentar resolver la situación de los refugiados detenidos en Bahamas?

Por el perfil de nuestra organización, nuestro trabajo está encaminado a dar ayuda a la oposición interna en Cuba. No obstante, cuando a finales del verano pasado tuvimos conocimiento de que un grupo de siete opositores del Partido Democrático 30 de Noviembre se habían perdido en el mar tratando de escapar de Cuba, e intentamos localizarlos por todos los medios.

Cuando ya muchos los daban por muertos supimos que habían llegado a Bahamas y estaban detenidos allí. De ahí que en septiembre y octubre realizáramos visitas para informarnos de su situación y darles ayuda. Por supuesto que una vez que conocimos la situación que existía en esos centros de detención tratamos de ayudar a todos los que se encontraban allí. Disidentes o no.

Allí había unos sesenta cubanos, algunos de los cuales llevaban más de ocho meses detenidos, y entre ellos siete mujeres y dos niños. Todos estaban expuestos a frecuentes maltratos, falta de alimentos, difíciles condiciones de vida y poca asistencia médica. Pensábamos que teniendo un caso tan claro de persecución política se nos haría más viable para presionar e intentar resolver la situación de los opositores detenidos en Bahamas y con ellos el resto de los cubanos que se encontraban en el mismo centro de detención.

¿En qué circunstancias viajó a Bahamas en esta ocasión?

Este viaje se había planeado con más de un mes de anticipación como resultado del anterior, realizado por varios miembros del ejecutivo de CAHRA, el 9 de octubre pasado, y de los resultados positivos que tuvimos tanto en la recogida de información y su posterior difusión, como en los contactos que hicimos para intentar resolver la situación.