www.cubaencuentro.com Viernes, 28 de octubre de 2005

 
  Parte 2/6
 
«Los cubanos tienen derecho a decir 'no estoy de acuerdo'»
Benito Zambrano, que acaba de estrenar en España la película 'Habana Blues', habla con Encuentro en la Red sobre el mundo de la música underground en la Cuba de hoy.
por YANET PéREZ MORENO, Madrid
 

La película refleja una situación mucho más linda de lo que en realidad es. Que ellos den un concierto, es casi imposible. Y tener un lugar para ensayar, complicadísimo; un equipo en condiciones, igual. Mucha gente graba maqueticas en montones de estudios clandestinos que hay en La Habana, ilegales, caseros.

Cartel
Personajes Tito, Caridad y Ruy (de izq. a dcha.)

Antes grababan cuando un amigo iba con una casetera y sacaban una salida de la mesita de mezcla. Ahora todo el mundo quiere tener su maqueta, cantar una canción y grabarla para que no se pierda y poder llevarla a la radio, e intentar que algún amigo la ponga; a ver si la escucha un productor o una disquera extranjera.

He visto estudios y gente grabando en sitios increíbles. Como cuando fui por primera vez a casa de Gorki (Águila), que ensayaba en una habitación pequeñita, toda tapada, y lo hacían de día, porque sabían que iban a molestar a los vecinos. Con una batería toda rota, con bajos construidos con piezas de un montón de instrumentos…

Mostrar la situación en que viven estos músicos, ¿podría cambiar ese estado de cosas sin caer en los mismos conflictos que se presentan en Habana Blues?

La gente ya conoce un poquito otro estilo, que también medio aparece en la película y es el que hacen los Orishas, que ya dieron aquí su pelotazo. Lo que sí veo difícil es que todos estos grupos resulten de interés para las discográficas, quizás alguno sí. Para la gente no es un descubrimiento el heavy metal, el punky, el rock… A mi me encanta el grupo Escape, que canta Cuba rebelión, pero aquí hay muchísimos grupos de heavy metal y no tienen éxito, o son una música relativamente minoritaria.

A la gente le va a gustar y va a comprar la banda sonora, pero que alguna discográfica se plantee traérselos aquí, y promocionarlos y grabarles un disco, puede ser complicado.

Gorki Águila, líder del grupo Porno para Ricardo, fue excarcelado recientemente bajo libertad condicional, tras estar preso dos años acusado de tráfico de drogas, aunque lo que se ha denunciado es que le tendieron una trampa para "sacarlo del aire" por irreverente y contestatario…

Me inspiré en el grupo de Gorki para parte de los personajes, y de hecho, me gustaron las cosas que hacían. Cuando el rodaje, pedimos al ICAIC para que intercediera a ver si dejaban que él grabara la música, que le dieran medio día de permiso, pero no se lo dieron. Pedimos permiso para ir a la prisión, porque queríamos que él estuviera y pensaba que eso le podía ayudar. El ICAIC no quiso interceder. Hablamos con el embajador de España y con el agregado cultural, pero como el comandante allí lo tiene controlado todo, nadie se atreve a mover un dedo.

Como era Gorki y su música, está clarísimo que eso molesta en Cuba. Ese tipo de personajes como él, irreverente por su música y su actitud, sabiendo lo "chea" que es la revolución, retrógrada, moralista y paternalista, la oficialidad cubana no lo soportaba. Estoy seguro de que más de una vez la Seguridad del Estado le tumbó conciertos, que nunca fue un grupo apoyado ni defendido, y, por lo que me dijeron los chicos, más de una vez le pidieron que cambiaran el nombre. Conociendo como conozco a Cuba, estoy seguro que todo eso pasó, de una manera u otra. No sé en qué nivel. Y todo eso afectó para cargárselo.

¿Qué opina de que en Cuba todavía se pueda meter a un músico en la cárcel por no responder al discurso del poder?

Es abominable meter a alguien en la cárcel por ideología, por conciencia, por actitud… Se mete en la cárcel a gente que comete un delito de verdad. Además, dependiendo de qué tipo de delito, se mete en prisión para intentar ayudar a mejorar, a cambiar. La cárcel no tiene que ser ese sitio represor de "aquí vengo a machacarte". Si una persona tiene una conducta delictiva, pero no es un delincuente, que las cárceles sirvan para recuperar a esa persona. Así deberían de ser, porque si no, nunca llegamos a nada. Van a la cárcel, los reprimen y cuando salen están peor. El círculo vicioso: tenemos que volver a instaurar la pena de muerte para cargarnos a todos los viciosos, a todos los antisociales.

1. Inicio
2. La película refleja...
3. Si a Gorki...
4. Lo que no...
5. Cuba es mi...
6. En el personaje...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
«Nunca he sido un escritor de izquierdas»
LADISLAO AGUADO, Madrid
Tras la pista de Escobar y Castro
MICHEL SUáREZ, Madrid
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir