www.cubaencuentro.com Martes, 07 de octubre de 2003

 
  Parte 1/2
 
Gente (ché)vere
Cuando parecía que la cotización del Comandante caía irremediablemente, el viaje a Argentina le ha hecho subir varios puntos en el mercado.
por ENRISCO, New Jersey
 

Es el momento en que cualquier experto en la bolsa daría este único consejo: vender. Vender al Comandante mientras todavía quedan compradores. Ya se sabe que los argentinos se encuentran en una situación difícil, pero los cubanos nos sentiríamos bien pagados si a cambio del Comandante nos mandan, por ejemplo, bistecs. Y no se crea que abusamos del actual entusiasmo de los argentinos hacia nuestro Comandante para conseguir una ganancia abusiva (un amigo acaba de descubrir que "argentino" es el anagrama de "ignorante", pero no hay que sacar conclusiones apresuradas: tampoco hay que sacarla de que "americano" es el anagrama de "camerino A").

Fidel Castro

No es que cambiar a un Comandante, ya algo deteriorado, por toneladas de carne fresca sea precisamente equitativo, pero de cualquier manera sería mejor que nuestros hermanos del Cono Sur se vayan deshaciendo de tanta carne. Con el Comandante por allá, la carne de todas maneras va a desaparecer. El Comandante ha demostrado una capacidad insuperable para acabar por igual con el analfabetismo y los bistecs, y eso que al principio de la revolución había muchas más vacas que analfabetos.

Pero eso no serían más que cuestiones marginales, incomparables con los infinitos beneficios de nuestro Comandante operando en un marco mucho más amplio: imagínense los trabajos voluntarios en la pampa o los pedraplenes hasta las Malvinas. El principal escollo me temo que sean los futbolistas: no debe ser fácil asumir la idea de ir en balsa desde Mar del Plata hasta Europa para poder fichar en el Inter de Milan o el Real Madrid (llegado a este punto, uno no puede menos que ambientar uno de los habituales discursos del Comandante en la Plaza de Mayo bonaerense: "Nuestro pueblo es el más inteligente, más culto, más aguerrido y más valiente del mundo…" mientras la multitud ruge a coro "Che, pero eso ya lo sabíamos… ¡Decí algo nuevo!". La conocida consigna cubana de "Seremos como el Che" tendría, por otro lado, no pocas dificultades entre los argentinos: "¿Como cuál ché? ¿Como este ché de al lado? ¡Si ya yo soy perfecto, ché!").

Pero no ha sido en Argentina donde único el Comandante ha recuperado unos cuantos puntos en sus acciones. En Hollywood, entre alguna gente del cine, todavía su cotización sigue al alza. Tenemos, por ejemplo, a Oliver Stone, autor del guión de Scarface ("los marielitos son el Mal"), director de JFK ("los cubanos de Miami mataron a Kennedy") y recientemente de Comandante ("en jefe… ¡Ordene!"). En una entrevista el cineasta declaró que el Comandante tiene sentido del humor y que (cito textualmente) "si tienes sentido del humor no puedes ser rematadamente maligno o idiota". Stone, cuya referencia histórica más antigua parece ser Babe Ruth, olvida que tipos a los que uno nunca se le ocurriría darle a cuidar los hijos, como Nerón y Calígula, no carecían de sentido del humor. Recuérdese, por ejemplo, la ingeniosa idea de Calígula de nombrar senador a su caballo.

Independientemente de lo apropiada o no que sea la conclusión de que el Mal absoluto rehuye el sentido del humor, lo que no tiene lugar a dudas es que el Comandante también rebosa ingenio. Su designación de Pérez Roque como ministro de Relaciones Exteriores basta para emular con la ocurrente idea de Calígula, incluso con ventaja: que se sepa, el caballo del emperador romano nunca dejó de mantenerse callado. De cualquier manera, la biografía del Comandante es fecunda en ejemplos de fino humor: desde su "¿elecciones para qué?" hasta su "¡vote por todos!"; desde su "¡ahora sí vamos a construir el socialismo!" hasta preguntarse quién había hecho general a su ministro del Interior; desde la zafra de los 10 millones hasta solicitar la sede para las Olimpiadas del 2012; desde decir que las prostitutas cubanas eran las más cultas del mundo hasta abogar por la eliminación de la malanga porque "en Europa los niños no comen malanga y crecen de lo más sanos". O cuando al hablar de los tres fusilamientos que ejecutó hace unos meses, explicó que eran un asunto de vida o muerte. Tratándose de fusilamientos, ¿qué otra cosa iban a ser?

1. Inicio
2. Definitivamente, al Comandante...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Carta a don Agapito Resóplez
RAMóN FERNáNDEZ LARREA, Barcelona
Carta a la Condesa de Merlín (II)
RFL, Barcelona
Yo, el mejor de todos
JOSé H. FERNáNDEZ, La Habana
Carta a la Condesa de Merlín
RAMóN FERNáNDEZ LARREA, Barcelona
Carta a Ńico Saquito
RFL, Barcelona
Novedades de toda la vida
ENRISCO, Nueva Jersey
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir