www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
Parte 1/3
 
Carta a Diego Grillo (II)
por RAMóN FERNáNDEZ LARREA, Miami
 

Todos los sobrevivientes de asaltos piratas cuentan que es algo terrible, espeluznante, inolvidable, no apto para cardíacos. Comprendo que ha de resultar pavoroso ver el tira y jala de sogas que vienen hacia la parte donde estás, en medio de la polvareda, los estallidos, el cañoneo, la cañona, y el arrempuje, como si hubieran sacado jamón por la libre. Me eriza pensar lo que uno experimenta si analiza, con seriedad y sangre fría, que cada cuerda trae adosado a un tipo medio encueros, con un aroma insoportable, cicatrices, aros en las orejas, cotorras sobre los hombros, bermudas percudidas y harapientas, y armado con impresionantes pérfidos cortantes de todas las formas, edades y extensiones. No digo la manida frase de "armado hasta los dientes" porque el escorbuto suele arrancarle la dentadura a los lobos de mar.

Si se es un poco despierto, de seguro comprende de que esos raros acróbatas no son del circo Pubillones, y que no vienen precisamente a traerte flores o a besarte, ni a entregarte carta de un familiar, ni a beberse contigo un batido de plátano. Súmale a todo eso el meneo de la embarcación, el humo de la pólvora, los aromas rancios de la grasa de arcabuces y culebrinas. No me extraña que un abordaje de esos te pueda provocar náuseas, palpitaciones, desorientaciones de arriba, malas digestiones, flojeras diversas, y hasta jaquecas. Pero, si en medio de la turbamulta se te aparece un negro inmenso que aúlla en inglés, a pesar de haber nacido en 1557 en San Cristóbal de La Habana, es como para que la disentería se te quede como un acto reflejo.

Solamente con saber, más allá de la color de su pellejo, que ha nacido en el siglo XVI, provoca pánico eterno. Por eso jugabas con ventaja, porque muchos españoles, soldados de profesión y soldados a sus naves, desconocían en qué siglo estaban, con aquella preocupación de custodiar los oros y las platas que intentaban llevar a la península, tan necesitada de esa merecida riqueza para invertirla en la fabricación de otros soldados españoles que custodiaran nuevas naves. La cadena la rompía gente como tú, que se apropiaban indebidamente de esos cargamentos para destinos impuros como beber ron en Tortuga, comer tortugas y gozar de barraganas licenciosas o prisioneras a quienes tortugaban cruelmente.

Quizá fue esa la razón de que, junto a Drake primero y más tarde haciendo dúo con Pata de Palo, el holandés, te bautizaran como Diego Lucifer, amén de ciertos excesos en el cumplimiento de tu deber marinero. No he encontrado ningún manual con el contenido de trabajo de un pirata, pero me da el pálpito de que, habiendo aprendido en escuela británica, fueras, por comparación con otros de sangre más desbordada, bastante comedido. Tengo la impresión de que cuando hablan de tus crueldades calificándote de "azote", se referían más a lo estricto que eras en el cumplimiento de las tareas encomendadas.

¿Qué hay que pasar a cuchillo a una docena de gaitos prisioneros del imperio? Pues se hacía. ¿Un par de buenos y emocionantes degüellos para solaz y esparcimiento? Dale jan. ¿Qué tocaba cumplir el organigrama de violaciones de un modo limpio y rápido? Se llevaba a efecto de modo que pareciera un accidente. Yo no me explico cómo violar a una dama puede parecer un accidente, pero es que soy de un siglo distinto en que el verdadero accidente es irse en blanco con una fémina. Y mi educación popular me ha enseñado que tras muchos accidentes de ese tipo la gente suele murmurar, y luego le cuelgan a uno el cartelito de chicharrita, y hasta sospechan que a uno le gustan los grumetes o el contramaestre.

1. Inicio
2. Fuiste acumulando...
3. La otra fue...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Carta a Moisés ben Maimón
RFL, Miami
Lecciones de vida
ENRISCO, Nueva Jersey
Carta a Diego Grillo (I)
RAMóN FERNáNDEZ LARREA, Barcelona
Carta al Tocororo (II)
RFL, Barcelona
Carta al Tocororo (I)
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir