A un año de la Masacre del Silencio los venezolanos no saben qué ocurrió el 11 de abril de 2002. ¿Quiénes movieron los hilos que desencadenaron la tragedia en la que fueron asesinadas 19 personas y un centenar resultaron heridas? Las versiones son muchas y encontradas. Lo cierto es

Quien aguanta palos en un terreno suele darlos en el otro.

que a partir de ese día Hugo Chávez decretó la impunidad como estilo de gobierno. A los villanos revolucionarios se les llamó héroes, sin importar que sus pistolas humearan y que la sangre de sus compatriotas aún estuviera fresca.

La matanza del 11de abril del pasado año es un misterio. Ese día más de medio millón de venezolanos marcharon hacia el palacio de Miraflores, sede del gobierno, para exigir la renuncia de Chávez. En las inmediaciones del palacio presidencial —en la zona conocida como el Silencio— fue donde se produjo la lluvia de plomo. Las cámaras de la televisión transmitieron en vivo esos momentos de horror, cuando la gente "caía al suelo como pajaritos", según narró un testigo.

El manto de impunidad que tendió el Gobierno sobre estos hechos es tan o más lamentable que la propia masacre. La Comisión de la Verdad que investigaría los sucesos nunca se conformó. Aún no se han esclarecido las responsabilidades penales y políticas del caso. Las personas que fueron captadas por las cámaras de televisión disparando contra la multitud se pasean por las calles. Los familiares de las víctimas llevan un año exigiendo que los tribunales hagan justicia, pero todos sus esfuerzos han sido vanos.

Para los venezolanos estos sucesos son los más dolorosos de los últimos años. Aunque faltan muchos fragmentos, se puede intentar reconstruir lo que pasó el jueves 11 de abril. Luego de varios días de protestas, una multitud calculada en 500.000 personas armadas con pitos y banderas, marcha hacia Miraflores para pedirle a Chávez que se vaya. Ante la inminencia de la llegada de la marcha, algunos diputados oficialistas convocaron a los simpatizantes del Gobierno a defender a la revolución. Los chavistas rompieron rejas y aceras para proveerse de vigas y baldosas que luego usarían como proyectiles. De acuerdo con los testimonios de altos oficiales que se opusieron a la masacre, Chávez sabía que los Círculos Bolivarianos estaban listos para el ataque.

La tragedia comenzó con las primeras piedras lanzadas por los afectos al Gobierno. La Policía Metropolitana intentó dispersar a los manifestantes de ambos bandos utilizando bombas lacrimógenas. Luego comenzaron los disparos. Desde el puente Llaguno varios sujetos fueron filmados descargando sus armas contra la policía y los opositores. "Los pistoleros de puente Llaguno", como los bautizó la opinión pública, eran cuatro chavistas. Uno de ellos, Richard Peñalver, era concejal del Movimiento Quinta República (MVR), del partido de Chávez.