www.cubaencuentro.com Lunes, 30 de junio de 2003

 
  Parte 1/2
 
Devolver la mano
De cómo los democristianos chilenos trabajan a favor de los derechos humanos en Cuba. Al habla con el diputado Exequiel Silva.
por MIGUEL CABRERA PEñA, Santiago de Chile
 

Patricio Walker, jefe de la bancada democristiana en la Cámara de Diputados de Chile, y el también legislador Exequiel Silva, que ostenta el cargo de vicepresidente y secretario ejecutivo de la Organización Demócrata Cristiana de América Latina, lideran en esa ala política el tema cubano. Encuentro en la Red fue recibido recientemente por este último, en la subsede de la Cámara en Santiago, un neoclásico Palacio de Ariztía ubicado en la céntrica avenida popularmente conocida como Alameda.

Bandera

¿Cómo se inició el compromiso de ustedes en torno al problema cubano?

En cuanto nos enteramos del encarcelamiento de más de 70 personas por disentir, Patricio Walker y yo nos dimos a la tarea de generar una opinión interna en la Cámara. Pronto se aprobó, por abrumadora mayoría, una declaración donde se condenó fuertemente el hecho. En realidad, la movilización fue inmediata porque conocíamos a muchos de los encarcelados y sabíamos que no eran delincuentes, ni guerrilleros, ni antipatriotas. Incluso sabíamos que muchos eran intelectuales. Por nuestras relaciones con Oswaldo Payá, presidente del Movimiento Cristiano Liberación, poseíamos muchos antecedentes cuando se supo de los encarcelamientos.

Muy poco después del acuerdo en la Cámara, fuimos Patricio y yo a nuestra Cancillería para que el Gobierno tomara cartas en el asunto. Por esos mismos días se desarrolló aquí en Santiago la Asamblea Parlamentaria Mundial, donde nos reunimos con legisladores de varias naciones e inclusive con Jaime Crombet, vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y con el embajador en nuestro país, Alfonso Fraga. Con ambos sostuvimos una discusión muy dura.

Recientemente Patricio viajó a Argentina y México con el propósito de llamar la atención sobre la necesidad de una campaña por la libertad de los presos y la apertura de Cuba a la democracia. Ya desde antes pesaba también el fusilamiento de los tres secuestradores de la lancha. Yo pienso viajar con el mismo objetivo a varios países latinoamericanos, entre ellos República Dominicana, donde se efectuará una reunión para promover el Proyecto Varela y condenar con gran energía la ausencia en Cuba de libre expresión, de una democracia con alternancia en el poder, de partidos políticos, etcétera. Coordinaremos acciones con nuestros pares en este continente y en Europa.

Sabemos que en Argentina Patricio Walker obtuvo al menos el compromiso de un alto funcionario de la cancillería de Buenos Aires de que se preocuparía por la situación de los presos. Esta visita fue posterior al incidente de las visas. ¿Podría darnos algunos detalles sobre este tema?

La cosa fue así: Walker y yo, junto con varios legisladores mexicanos, también democristianos, solicitamos visa para viajar a Cuba, lo cual, increíblemente, se nos negó. Fue algo realmente bochornoso por parte del Gobierno de La Habana, pues nunca había sucedido algo así entre nuestros países. Cuando un legislador o funcionario cubano necesita venir a Chile, apenas se tramita, la vía es muy rápida. Siempre pensamos que eran actitudes recíprocas. Pero esta es la diferencia entre un gobierno democrático y otro que no lo es. Nosotros dijimos claramente que nos entrevistaríamos con la disidencia y con legisladores y funcionarios del gobierno. En realidad, con todo el que quisiera hablar del tema de los derechos humanos con claridad y abiertamente.

Ante este hecho y con nuestra participación, la Cámara de Diputados aprobó un documento donde se estipula lo que tiene que ver con visas de entrada de legisladores cubanos y funcionarios gubernamentales procedentes de la Isla. Ese documento está en poder de La Habana. De verdad quisiéramos ir a Cuba, aunque ello no será posible si no se da allí un cambio de actitud. Pero me pregunto: ¿de qué tiene miedo el gobierno si él mismo dice que los presos están bien y que tuvieron un proceso judicial ajustado a derecho?

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