www.cubaencuentro.com Viernes, 18 de julio de 2003

 
  Parte 1/2
 
Entre el rechazo y el temor
La sombra de Castro recorre Venezuela de cara al referéndum revocatorio. Crece el repudio a todo lo que huela a Cuba.
por YAMILA RODRíGUEZ EDUARTE, Caracas
 

Venezuela deberá repensar su relación con Cuba cuando Hugo Chávez no esté en el poder. Sin dudas, el primer paso será dejar atrás la pesadilla que pretendió convertir la tierra de Bolívar en un protectorado de la revolución cubana. Algunos políticos van más allá y advierten que Fidel Castro deberá rendir cuentas por el daño causado a los venezolanos.

Manifestación en Venezuela
Venezuela: un polvorín. ¿Castro el mechero?

Parece que Chávez no le ha dicho toda la verdad a Castro. A lo mejor no sabe que el rechazo a la cubanización de Venezuela crece por días. Las manifestaciones de repudio no sólo se producen en exclusivas urbanizaciones caraqueñas, sino también en barriadas pobres. Con un poco de esfuerzo, el viejo comandante escucharía desde la Isla el estruendo de las cacerolas y los gritos de protesta de la gente de barrios humildes que rechaza la presencia de médicos y maestros cubanos en sus comunidades. "Regresen a su isla, no los necesitamos", es una de las frases que más se escucha por estos días.

Al venezolano de a pie le molesta que Chávez se aproveche de su miseria para mantenerse en el poder. El colapso de los sistemas de educación y de salud nunca fue preocupación para los dirigentes revolucionarios. Ahora que se acerca el referéndum revocatorio sobre el mandato de Chávez, el gobierno trata de ganarse el favor de los pobres llevando médicos y maestros cubanos a las comunidades humildes. La verdadera intención de estos programas se le escapó al ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, cuando afirmó: "Queremos formar electores", en vez de lectores.

Los programas de salud "Barrio Adentro" y de educación "Misión Robinson", puestos en marcha con personal cubano, han revivido las pasiones encontradas que desata el régimen de Fidel Castro en Venezuela. Aunque es evidente que los afectos al viejo comandante son cada vez menos. Los venezolanos sospechan que por los libros y la medicina gratis tendrán que pagar el mismo precio que los cubanos.

Chávez está obsesionado con la idea de importar productos cubanos, da igual que sean médicos, maestros, guardaespaldas o azúcar prieta. Tal actitud ha sido duramente criticada por la sociedad civil venezolana, que considera que al gobernante no le interesa resolver los problemas de la gente, sino congraciarse con Castro. No tiene sentido traer médicos, si el sistema de salud está en ruinas, y el gobierno no hace nada por mejorarlo. En la actualidad hay 485 médicos cubanos trabajando en barrios pobres de la capital, los que llegarán a más de 1.000 en las próximas semanas.

No es cierto que los médicos venezolanos se nieguen a subir a los cerros de Caracas, donde se concentra la mayoritaria población pobre. Lo que realmente sucede es que la revolución bolivariana nunca le ha prestado atención a las unidades ambulatorias, que ofrecen servicios de salud, de manera gratuita, en las barriadas caraqueñas. A estas unidades médicas, el gobierno no les garantiza las condiciones mínimas para su funcionamiento. El personal que labora en esos equipos lo hace por amor al prójimo, pues recibe un salario simbólico y carece de los medicamentos y el instrumental adecuados.

El presidente bolivariano desconoce que hay médicos venezolanos que comparten el mismo espíritu de abnegación que sus colegas cubanos. Según el rector de la Universidad Central de Venezuela, Giuseppe Gianetto, los estudiantes de pregrado y postgrado de medicina trabajan en el estado de Amazonas en peores condiciones que los cubanos ubicados en los cinturones de miseria de la capital.

Chávez mezcla ignorancia y maldad a partes iguales. Se llena la boca para elogiar el sistema de salud cubano, y el único hospital que ha visitado en la Isla es el Centro Internacional de Salud La Pradera, del que quizás no sepa que los cubanos no tienen acceso. Pero es allí donde los pacientes venezolanos son atendidos para que luego repitan que los cubanos se tratan en hospitales que parecen hoteles de lujo.

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