www.cubaencuentro.com Viernes, 18 de julio de 2003

 
  Parte 1/2
 
Sin argumentos
Mientras intensifica la represión, el gobierno cubano realiza operaciones comerciales con Estados Unidos por valor de unos 480 millones de dólares.
por MIGUEL RIVERO, Lisboa
 

Durante muchos años, Fidel Castro impresionaba a sus visitantes con una frase, reflejo del "brutal" bloqueo económico norteamericano: "en el país vecino no podemos comprar ni una simple aspirina".

EEUU - Cuba
Rubén Bonilla (izq), presidente del puerto de Corpus Christi (Texas, EE UU); Pedro Álvarez, presidente de Alimport.

El argumento era contundente, reflejo de la desigual lucha del pequeño David (representado por Castro) y el gran Goliat (no importaba mucho quien fuese el presidente de Estados Unidos, siempre le era atribuido este papel en la película).

Pero, ha ocurrido que desde octubre de 2001, bajo el gobierno del "nazifascista" George W. Bush, la situación cambió y Cuba ya ha comprado en el mercado norteamericano alimentos y medicinas por valor de unos 480 millones de dólares, según cifras oficiales.

Ya Castro no puede utilizar la famosa frase de la aspirina, pero no ha bajado ni un decibel su retórica contra el "nazifascismo", que representa George W. Bush.

Se ha avanzado mucho en el proceso de ruptura del embargo norteamericano contra Cuba, principal argumento del gobierno de La Habana para justificar la política de "plaza sitiada", que en cualquier momento puede recibir una invasión por parte de militares norteamericanos.

Esa fue la principal fundamentación para los juicios sumarísimos y las condenas de 75 disidentes pacíficos a 1.475 años de cárcel. Según las autoridades cubanas, ellos representaban "la quintacolumna" para preparar el desembarco de los "marines".

Pero, la tozudez de los hechos demuestra todo lo contrario acerca de esta furia belicista, que trata de presentar el régimen de La Habana.

El pasado 10 de julio —por primera vez en más de 40 años—, un puerto de Estados Unidos y una empresa comercializadora estatal cubana firmaron un acuerdo para transportar productos agroalimentarios de compañías estadounidenses a la Isla.

Los presidentes de la empresa cubana Alimport, Pedro Álvarez, y del puerto estadounidense de Corpus Christi (Texas), Rubén Bonilla, coincidieron en calificar de "histórico" este acuerdo, el primero de su tipo firmado durante las más de cuatro décadas de embargo económico de Estados Unidos a la Isla.

"Ya es tiempo de abrirnos las puertas", dijo el presidente del Consejo del puerto de Corpus Christi, quien consideró que, "cuando firmamos este acuerdo, estamos ayudando a los dos países, abriendo otro camino de comercio con Cuba y levantando el nivel de empleo en Texas".

No olvidemos que George W. Bush, ex gobernador de Texas, tiene su base electoral en ese Estado. Interesante ¿verdad?

En esa ceremonia, Álvarez cifró las operaciones comerciales con empresas de Estados Unidos en 480 millones de dólares, de los cuales han sido ya pagados unos 339 millones de dólares y transportados a la Isla 1,4 millones de toneladas, desde 11 puertos norteamericanos.

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