www.cubaencuentro.com Viernes, 18 de julio de 2003

 
  Parte 2/2
 
Cuba en el tintero de Brasil
Disgusto en el Senado brasileño por las declaraciones del embajador en La Habana sobre la represión y los fusilamientos. A vuelta de esquina, la visita de Lula a la Isla.
por JORGE H. FONSECA, Sao Paulo
 

El debate político se extendió todo el día, hasta que al final de la tarde del viernes 11 de julio, el embajador Tilden Santiago se vio (o fue) obligado a emitir una nota de prensa en la que se lamentaba de haber dado en sus declaraciones del día anterior "una percepción parcial, y en algún caso equivocada. Ciertamente no procuré justificar las acciones del gobierno cubano al describir para los periodistas el contexto en que se dieron los acontecimientos" (...) "Brasil está contra la pena de muerte y condena la aplicación de ritos sumarios" (...) "es lamentable que alguien sea apresado por emitir su opinión".

Lula Silva
Lula durante su reciente gira europea.

Después de estos incidentes, la columna diaria del conocido periodista local Claudio Humberto —que aparece en más de 60 periódicos brasileños—, publica con el título de En los otros es refrescante que "al contrario de Itamaraty (Ministerio del Exterior brasileño), el embajador brasileño en Cuba, Tilden Santiago, está de acuerdo con los fusilamientos de disidentes en la isla de Fidel. Él no tiene pariente enfermo en las cárceles cubanas, como la economista Martha Beatriz Roque o el médico Oscar Elías. La apelación a 100 líderes mundiales, Lula entre ellos, circula en la Internet rogando asistencia médica a los enfermos". Se refiere el periodista, indirectamente, a que el embajador brasileño tiene una hija estudiando medicina en Cuba, y no en las cárceles cubanas como los disidentes presos y enfermos que cita en su nota.

El Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño intervino en el debate y confirmó la posición oficial del país respecto a la ola represiva cubana, remitiendo a los periodistas a las declaraciones oficiales formuladas en abril pasado. El vocero del Ministerio del Exterior de Brasil reafirmó que "juicios basados en ritos judiciales sumarios en Cuba, incluso los que llevaron a la aplicación de las penas capitales, son causa de una fuerte preocupación del gobierno brasileño".

Este incidente se suma al sentimiento de la cancillería, que en silencio se opuso al nombramiento de Tilden Santiago como embajador en Cuba por no ser un cuadro profesional formado para el servicio exterior, aspecto en el cual la institución del gigante sudamericano siempre ha sido muy celosa. Como se sabe, Santiago —ex sacerdote católico, sindicalista  y periodista de izquierda— fue promovido para ese cargo por indicación directa del presidente Lula da Silva, a partir de sus relaciones personales.

La opinión pública brasileña, tradicional simpatizante de la "causa de la pequeña isla de Cuba ante Estados Unidos", ha sufrido una reversión casi total, después de los recientes acontecimientos represivos.

La visita de Lula a la Isla se producirá bajo el signo de esta represión y es de esperar episodios adicionales dentro de esta nueva óptica de la sociedad brasileña, que todavía no ha digerido el episodio represivo escenificado por el gobernante cubano —como se ve ahora por el efecto explosivo de las declaraciones de Tilden Santiago. Si bien el embajador no era visto con buenos ojos por los diplomáticos del Ministerio del Exterior brasileño, ahora pasa a no ser bien visto por una considerable parcela de la sociedad brasileña en su conjunto.

Los opositores cubanos, fundamentalmente aquellos que encabezan organizaciones sindicales prohibidas por el régimen, se deben apresurar a pedir ante la embajada brasileña en La Habana la correspondiente audiencia para ser recibidos por Ignacio Lula da Silva cuando visite el país en el próximo mes de Septiembre.

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