El pueblo de Venezuela se encuentra en una verdadera encrucijada. Al cumplirse la mitad de su mandato, el presidente Hugo Chávez puede ser apartado del poder por la vía constitucional de un referéndum revocatorio, pero el proceso se presenta bien complicado, a pesar de que ya se dieron los primeros pasos.

Chávez: 'Si a alguien se le ocurre (invadir), no nos quedaría más nada que gritar patria o muerte'.

El pasado 26 de agosto, con la designación de una nueva autoridad electoral transitoria por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), arrancó en Venezuela el proceso de un eventual referéndum revocatorio, que puede adelantar el fin del mandato del presidente Chávez. Como presidente del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) fue nombrado Francisco Carrasquero, quien estará acompañado en la directiva por Oscar Bataglini González, Jorge Rodríguez, Sobeida Mejía y Ezequiel Zamora. De los integrantes, dos son elementos cercanos a los chavistas y dos a la oposición. De manera que resultará bastante complicado llegar a acuerdos por consenso en esta entidad.

También fueron nombrados diez suplentes y un Consejo de Participación Política, integrado por cuatro destacadas personalidades de diferentes sectores de la sociedad venezolana. "Cuenten con un hombre ecuánime que va a resolver los problemas sobre la base de la Constitución Nacional", señaló en sus primeras declaraciones a las televisiones locales el nuevo presidente del CNE, quien se definió como "un hombre imparcial e independiente".

Tanto el gobierno de Chávez como la oposición han acogido el nombramiento con satisfacción, y en sus reacciones iniciales coincidieron en resaltar la importancia de esta designación, para ayudar a rebajar la creciente tensión política que vive el país.

Durante meses, el Parlamento (controlado por los chavistas) demoró el nombramiento de las autoridades electorales, en una clara táctica dilatoria, que seguramente ahora el Ejecutivo continuará aplicando. Chávez ha reiterado en varias ocasiones que su propósito es permanecer en el poder "hasta 2021".

El pasado domingo, Chávez afirmó en su programa Aló, Presidente, que la solicitud de un referéndum revocatorio de su mandato no tiene prioridad para las nuevas autoridades electorales, que deben emprender una reestructuración del Consejo Nacional Electoral de por lo menos seis meses. El presidente señaló que debido a la reestructuración interna del CNE, más de tres millones de firmas —presentadas por la oposición para solicitar el referéndum en su contra— quedaron "congeladas".

Es necesario recordar que el gobierno y la alianza opositora Coordinadora Democrática firmaron el pasado 29 de mayo un acuerdo auspiciado por la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que se señala el referéndum como la única salida democrática y constitucional a la crisis política venezolana. El 4 de agosto, el TSJ se arrogó la potestad de nombrar el nuevo CNE, tras acusar a la Asamblea Nacional (AN) de "omisión" de sus funciones al no haber podido consensuar la máxima autoridad electoral venezolana. La designación por el Supremo llenó el "vacío institucional" creado por el legislativo, atascado durante meses en debates entre la oposición y la pequeña mayoría oficialista, insuficiente para aprobar los nombramientos.