www.cubaencuentro.com Martes, 20 de abril de 2004

 
  Parte 2/4
 
La hora del mercenario
Compañías de seguridad desembarcan en Irak con más de 15.000 efectivos. ¿La privatización de la guerra?
por ALEJANDRO ARMENGOL, Miami
 

Pistoleros a sueldo.

"El boom en Irak (de la industria de la seguridad) es sólo la punta del témpano de una industria que genera $100.000 millones anualmente, la cual los expertos consideran ha sido el sector de crecimiento más rápido de la economía global durante la pasada década", señala un artículo aparecido el 28 de marzo en el San Francisco Chronicle. Los soldados de fortuna han estado presente en los conflictos regionales de trascendencia de los últimos años, desde la guerra en Bosnia hasta la lucha contra el narcotráfico en Colombia.

El papel de estos ejércitos privados ha sido determinante en varias naciones africanas. En Sierra Leona, por ejemplo, donde en 1995 y 1996 la compañía sudafricana Executive Outcomes recibió $1.5 millones al mes para derrotar a los 10.000 rebeldes del Frente Unitario Revolucionario. Y en Angola, con la misma corporación obteniendo $40 millones cada año entre 1993 y 1995. La Executive Outcomes empleó 500 mercenarios —apoyados por aviones de combate y helicópteros de ataque— para evitar la derrota del ejército angolano a manos de 50.000 rebeldes de UNITA.

El caso más reciente fue en Haití. La protección del depuesto presidente Jean-Bertrand Aristide estaba a cargo de la compañía estadounidense Steele Foundation. Cuando los insurrectos haitianos avanzaron hacia Puerto Príncipe, a finales de febrero, Aristide trató de contratar más agentes de la Steele Foundation y otras firmas similares, pero se estima que el gobierno norteamericano presionó a las compañías para que denegaran la solicitud. Algunos analistas consideran —de acuerdo con el San Francisco Chronicle— que si desde el inicio Aristide hubiera previsto el avance insurrecto, y contado con los recursos financieros necesarios, la contratación de entre 50 y 100 agentes de seguridad adicionales habría bastado para asegurarle la permanencia en el poder.

Remedio temporal

La participación de los miembros de Blackwater en el ataque del 4 de abril es un ejemplo del área indefinida que existe en Irak, entre las funciones oficiales de un guardaespalda y la realidad de la participación activa en combate en una zona de guerra, según el Post. Esta zona nebulosa puede crecer más aún si la situación continúa complicándose. Pero las implicaciones tienen un alcance mayor.

Hay 135.000 soldados norteamericanos en Irak. Existe el plan de reducir su número a 115.000 en el verano. Todo parece indicar lo contrario. Tanto el presidente como el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, han dejado abierta la puerta para que se envíen más tropas. Una medida de este tipo indudablemente implica un costo político, en un año de elecciones. El plan de utilizar el sistema de rotación de tropas para dilatar la permanencia de los soldados, pese a la llegada de personal de reemplazo, es sólo un remedio temporal. Se logra así aumentar el número de efectivos sin solicitar el envío de nuevas tropas, pero el talón de Aquiles de la jugada es que quienes contaban los días para el regreso se sentirán frustrados. Aumentarán las tensiones de quienes se encuentran en una situación de peligro permanente y se deteriorará la moral combativa. El envío de refuerzos es inevitable.

En este caso, una salida conveniente para la administración sería gestionar el aumento de las fuerzas paramilitares. De acuerdo con el diario español El País, en la actualidad suman entre 15.000 y 20.000 los soldados privados en suelo iraquí. Diversos periódicos norteamericanos sitúan la cifra alrededor de los 15.000. De acuerdo con el Chronicle, las fuerzas de ocupación lideradas por Estados Unidos han expresado la existencia de planes para destinar hasta $100 millones durante los próximos 14 meses en la contratación de fuerzas privadas de seguridad para proteger la Zona Verde —el área donde se encuentran sus cuarteles generales en Bagdad y que en la actualidad es protegida por soldados norteamericanos—, con el objetivo de hacer menos visible la presencia militar, en el supuesto caso de que se lleve a cabo la nominal transferencia de soberanía a un gobierno provisional iraquí luego del 30 de junio.

1. Inicio
2. Pistoleros a sueldo...
3. Una mayor participación...
4. El empleo de contratistas...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
La embajada de la discordia
YAMILA RODRíGUEZ EDUARTE, Caracas
Las amenazas de Corea del Norte
MIGUEL RIVERO, Lisboa
Fuegos fatuos
ELISEO ALBERTO, México D.F.
¿Todo o nada?
MARIFELI PéREZ-STABLE, Miami
En blanco y negro
MIGUEL RIVERO, Lisboa
Marzo en 'América'
SAURO GONZáLEZ RODRíGUEZ, Nueva York
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir