Como en la escena de El círculo de tiza caucasiano, de Bertold Brecht, en la que dos mujeres tiran de los brazos de un niño alegando ser su verdadera madre, en Venezuela, el chavismo y la oposición halan al país de su lado —con tal fuerza— que será difícil recomponerlo.

Opositores venezolanos: Las encuestas favorecen el 'SÍ'.

Dos países enfrentados se medirán en las urnas, el 15 de agosto próximo, cuando tendrá lugar el referéndum revocatorio sobre el mandato de Hugo Chávez. Los venezolanos responderán lo siguiente: "¿Está usted de acuerdo con dejar sin efecto el mandato popular otorgado mediante elecciones democráticas legítimas al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías como presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el actual período presidencial?". La primera opción de respuesta será "No" y la segunda "Sí".

El comandante Chávez librará la batalla más importante el venidero 15 de agosto. Ese día la "revolución bolivariana" será sometida a juicio popular. Los venezolanos pondrán a Chávez de frente a su gestión de gobierno. No será un enfrentamiento cómodo para el mandatario, acostumbrado a tener enemigos numerosos y tangibles. Esta vez estará solo en el combate. Será una pelea de Chávez contra Chávez.

Haber llegado al revocatorio presidencial, previsto en la Constitución venezolana, es un triunfo de los sectores democráticos. Si bien el mérito principal lo tiene la Coordinadora Democrática —coalición opositora que recorrió el camino minado impuesto por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en el proceso de recolección de firmas para avalar la consulta—, también hay que darle crédito a la dirigencia chavista, que a pesar de haberse opuesto al revocatorio todo el tiempo, reconoció la decisión del CNE de que la oposición había recogido 2,5 millones de firmas, suficientes para activar la consulta popular.

Dentro y fuera de Venezuela, muchos pensaron que el país se iría a un despeñadero de violencia, luego de dos años de aguda confrontación política. Nunca la polarización de la sociedad había sido tan fuerte. De 2002 a la fecha, los venezolanos han vivido a merced de los sucesos, algunos terribles, provocados por chavistas y opositores, los dos bandos en pugna. Los más recordados son la masacre de la marcha opositora del 11 de abril de 2002, con un saldo de 19 muertos y un centenar de heridos, lo cual provocó la salida de Chávez del poder por 48 horas. Y el paro organizado por la oposición en diciembre de 2002, que se extendió por dos meses, con resultados desastrosos para la economía.

Quizás lo peor de todo haya sido la división que la política ha provocado entre los venezolanos. Es común que en una misma casa haya chavistas y opositores, con posturas políticas irreconciliables. En la calle, la intolerancia ha cobrado muchas vidas, a causa de enfrentamientos violentos entre ambos bandos. No pocas familias llevan luto por esa razón. Algo impensable unos años atrás.

Venezuela entre el sí y el no

Revocarle el mandato a Hugo Chávez no será cosa fácil. La oposición tendrá que superar los 3,75 millones de votos que obtuvo el mandatario en las elecciones de "relegitimación" de julio de 2000. En esa fecha, Chávez gozaba de una enorme popularidad con el 80 por ciento de apoyo a su gestión.