El culebrón brasileño no da tregua a los espectadores. Se ramifica y expande, sufre retrocesos y saltos, colaboran decenas de extras y cuando uno espera que derive hacia un final predecible, entra en escena algún actor de reparto que de la noche a la mañana se convierte en protagonista. Lulita —como fue llamado el hijo del presidente brasileño por la revista Veja—, con nombre de molusco y biólogo de profesión, se ha dedicado en los últimos dos años a los videojuegos.

Lula da Silva en la encrucijada: ¿es aún viable su candidatura a la reelección?

"El negocio de Lulita", ha sido llamada su veleidad tecnológica y empresarial. Ya se sabe, Lula que se duerme se lo lleva la corriente, aunque en este caso el hijo parece haberse dejado llevar por la corriente de beneficios que reporta ser vástago de un presidente. De biólogo que se ganaba la vida como profesor particular de inglés e informática —coincidiendo con los dos años en que papá Lula funge de presidente—, Fabio Luiz Inácio Lula da Silva, con sólo 30 años, ha prosperado como socio mayoritario de una empresa de producción y propaganda de videojuegos, con capital superior a los dos millones de dólares.

Sospechoso, por decir lo menos. La revista Veja, sin vejar a nadie, apunta al hecho de que el capital fue aportado por la telefónica Telemar, que entre sus accionistas tiene al estatal Banco Nacional de Desarrollo (BNDES), con un 25 por ciento, y a fondos de pensión de empresas públicas, con un 19 por ciento. Veja cita también extraños nexos entre fondos de pensión estatales vinculados a la telefónica y también a los bancos Rural y BGM, en los que el Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, obtuvo dos millonarios créditos en 2003.

No habíamos terminado de tragarnos este nuevo capítulo, cuando la telenovela desplegó un giro digno de Vale todo. En una entrevista con medios franceses en su viaje de este fin de semana, y difundida por el canal de televisión Globo en la noche del domingo, Lula culpó de los errores a la dirección del partido, cuya cúpula renunció hace 10 días.

Las declaraciones del mandatario se difundieron luego de que el sábado el ex tesorero del PT, Delúbio Soares, reconociera que se recolectaron financiamientos para campañas políticas que no fueron declarados, violando la legislación electoral.

¿Quién tiene un problema?

Entonces Lula dijo: "Creo que el PT tuvo un problema, que es una cuestión de dirección, porque hubo un tiempo en que los mejores cuadros de política de izquierda de Brasil eran dirigentes del PT". Luego de las elecciones de 2002, en las que el partido ganó gobiernos de estado, alcaldías y la presidencia, "gran parte de esos cuadros vino al gobierno y la dirección quedó muy fragilizada, muy debilitada. Posiblemente por eso hayamos cometido errores que otrora no hubiéramos cometido". Luego concluyó con un predecible movimiento de pretendida moralidad: el PT deberá rendir explicaciones a la nación.