www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
  Parte 1/4
 
Del totalitarismo a la sociedad civil
Una historia de las transiciones: La restauración de la política en la Europa del Este postcomunista. Ingenuidades, errores y aciertos.
por JUAN F. BENEMELIS, Miami
 

El proceso de forjar un nuevo orden político y social se ha mostrado angustioso, turbulento y prolongado en Europa del Este. Los gobiernos comunistas de Polonia, Alemania oriental, Checoslovaquia y Rumania se hundieron con velocidad electrizante en el otoño de 1989, proyectando la ilusión de que la tiranía sería reemplazada de un día para otro por la democracia. En casi toda Europa del Este existía una tradición reciente de democracia, a diferencia de Rusia —el centro del imperio—, que era distinta y más compleja que la periferia y había sido gobernada durante cinco siglos por zares y dictadores comunistas.

L. Walesa
Lech Walesa: Del sindicato Solidaridad a la presidencia polaca.

Como sustituto a la ideologización y la militancia compulsiva, la naciente sociedad civil trajo consigo el redescubrimiento del pasado nacional de preguerra con sus intelectuales negados y sus minorías étnicas enmascaradas; la restitución de la continuidad cultural, con los símbolos, raigambres y mitos nacionales; la reactivación de la religión; y la indagación de las "lagunas" históricas de masacres estalinistas, como el caso de Katín.

Por eso, los temas de mayor debate en Hungría, por ejemplo, no serían los derechos civiles o humanos, la democracia o la sociedad civil, sino qué hacer en favor de las minorías húngaras en Transilvania.

Los pensadores e intelectuales de la política de Europa del Este, Rusia, los Estados del Báltico, el Cáucaso y de Asia Central, surgidos de la disidencia al comunismo y los azares de la transición, enarbolan hoy un discurso antiutópico, escéptico y sobrio. Se enfadan con el utopismo liberal y el pacifismo de Occidente, así como con el escaso apoyo que estos prestan al nacimiento de las democracias.

En la República Checa, los reformistas del socialismo, los del socialismo con rostro humano, los abanderados del eurocomunismo, trataron de salvar el proyecto en el último minuto, pero no lograron convencer a la población, que brindó su pleno apoyo al movimiento de Havel, propulsor de un capitalismo democrático.

¿Grupos de presión o verdaderos partidos?

Una de las lecciones de la transición radica en el hecho de que mientras más se dilataron las reformas imprescindibles, más arduo resultó luego efectuarlas, y menos perspectivas de hacerlo pacíficamente.

Una historia de las transiciones
Los orígenes del cambio
JFB, Miami
El ajedrez atómico
El testamento del comunismo
El reciclaje de los comunistas
Los caminos de la democracia

Para el teórico polaco Adam Michnik, y para Havel, mantener la sociedad civil autónoma, fuerte y bien organizada requería un individuo viviendo en la verdad, despojado de su doble moral, de su hipocresía pública, y negado a aceptar los roles asignados por el Estado, como única posibilidad de llegar, entonces, a una negociación política con el régimen.

En términos prácticos, la independencia individual bajo el totalitarismo no sólo residía en despojarse de la doble vida, sino sobre todo en la facultad para maniobrar en la economía ilegal, en el mercado negro, y las condiciones requeridas para subsistir en la dimensión subterránea del socialismo eran justamente inversas a las formuladas por estos intelectuales.

Pero el mensaje de Michnik, Havel y György Konrád estaría dirigido a los intelectuales, a la ilustración cosmopolita de Occidente. De ahí que el enfrentarse a los nacionalismos tribales y a los problemas económicos de vastas consecuencias en el comportamiento social del individuo, sería una de las grandes sorpresas de la transición y pondría de relieve las lagunas de su anterior construcción teórica.

Asimismo, las emergentes transiciones manejaron la sociedad civil en su concepto clásico, que no guardaría relación con las realidades del postcomunismo. La nueva sociedad civil no funcionaría sin una economía sistémica regida por la propiedad privada y la garantía legal de tal derecho.

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