Un millar de personas marchó el domingo por las calles de Bogotá para protestar contra el secuestro de niños por parte de las guerrillas, informó la AP.

"Aquellos que secuestran niños han perdido su humanidad", dijo el vicepresidente colombiano Francisco Santos, quien estuvo secuestrado hace más de una década y dirige la fundación antisecuestro País Libre.

Santos afirmó que los plagios en general deben acabar, pero sobre todo los de los niños.

"Los niños son sagrados, déjenlos en paz", decía el lema principal de la marcha.

Algunos manifestantes llevaban retratos de Vytis Karanauskas, un niño de 3 años secuestrado el martes pasado en Villavicencio, ciudad a 75 kilómetros al oriente de Bogotá, cuando iba en el bus escolar para el colegio.

Colombia es el país del mundo que tiene el más alto índice de secuestros, con cerca de 3.000 casos en el 2002.

Según País Libre, el año pasado 384 menores fueron secuestrados. En lo que va de 2003 han ocurrido otros 40 hechos de este tipo.

Las guerrillas, principales autoras de los secuestros, utilizan el plagio como una fuente de financiación.

El gobierno colombiano investiga una presunta carta del jefe de las FARC

El Ministerio de Defensa colombiano investigaba el fin de semana la autenticidad de una carta que habría enviado el jefe de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a los generales colombianos, dijo una fuente gubernamental que pidió el anonimato.

En la supuesta misiva, el septuagenario jefe Manuel Marulanda, alias Tirofijo, invita a los uniformados al diálogo, les dice que con su labor sólo mantienen un estado corrupto y critica al presidente Álvaro Uribe, informó la AP.

"El futuro de Colombia no puede ser de guerra indefinida porque ésta sólo beneficia los intereses de los gobernantes", dice la carta fechada el 31 de marzo y hecha pública el domingo por el semanario El Espectador."Ustedes y nosotros estamos retardados en dirimir nuestras diferencias mediante diálogos hacia la solución de la problemática nacional".

Marulanda afirma que Uribe presiona a los militares por la falta de resultados, y que el Congreso crea leyes que los hacen ir contra su propio pueblo.