Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) admitieron y justificaron los asesinatos de un gobernador, un ex ministro de Defensa y ocho militares, para evitar su rescate a manos del ejército, informó AP.

"En ningún caso" las unidades guerrilleras "se pueden dejar quitar los prisioneros de las fuerzas enemigas sin respuesta militar de la guerrilla, conforme a los planes defensivos a su disposición", dijo el miembro del secretariado de las FARC, Raúl Reyes, en un mensaje enviado al programa informativo de televisión Noticias Uno.

Reyes afirmó que "la obligación moral" de salvar las vidas y proteger a los prisioneros que tienen a su cargo los miembros de la guerrilla es "hasta donde sea posible".

Este es el primer reconocimiento de las ejecuciones de los cautivos. En su primera reacción, las FARC habían afirmado que los rehenes murieron en medio del fuego cruzado, durante el intento de rescate militar de los secuestrados.

Hace una semana, guerrilleros de las FARC fusilaron y remataron con tiros de gracia al gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, a su asesor de paz y ex ministro de Defensa, Gilberto Echeverri, y a ocho militares, durante un fallido intento de rescate del ejército.

Según tres sobrevivientes, los guerrilleros iniciaron la matanza tras escuchar los helicópteros militares.

Reyes aseguró que las FARC están dispuestas a liberar a unos 60 políticos, uniformados y tres estadounidenses que mantienen en su poder, a cambio de la excarcelación de centenares de rebeldes.

Para el gobierno, tal intercambio carece de sustento jurídico, porque equipara a personas que están privadas ilegalmente de su libertad con rebeldes detenidos por cometer delitos.

"Un canje no tiene ninguna presentación ante la ONU. La toma de rehenes y los secuestros que está haciendo la guerrilla son crímenes de guerra", ha indicado el vicepresidente colombiano, Francisco Santos.

El presidente Álvaro Uribe ha asegurado que se proseguirá con los rescates militares de secuestrados. Sin embargo, las familias de los rehenes, que temen nuevas muertes, piden a las partes alcanzar un intercambio humanitario lo antes posible y frenar los rescates armados.