La aviación israelí lanzó el domingo su más profundo ataque en territorio sirio en 30 años. El blanco fue un presunto campo de entrenamiento palestino, informó Reuters. Ese mismo día, Damasco pidió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una condena a la acción de Israel.

La operación militar fue la respuesta a un atentado suicida perpetrado el sábado en Haifa, al norte de Israel, en el que murieron 19 personas, y 50 resultaron heridas.

Las Fuerzas de Defensa de Israel operaron "dentro del territorio sirio y atacaron una base de entrenamiento utilizada por grupos terroristas, entre ellos Yihad Islámica", dijo un comunicado del ejército.

La Yijad Islámica había reclamado la responsabilidad del atentado.

Esta es la primera vez desde la invasión israelí al Líbano, en 1982, que las fuerzas del estado judío atacan blancos en lo profundo del territorio sirio.

A petición de Damasco, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió el domingo en sesión urgente a puertas cerradas, después de recibir una carta del gobierno de Siria que calificó el ataque israelí de "grave escalada" de las tensiones en el Oriente Medio.

El Consejo de Seguridad consideró una resolución presentada por Siria, que acusaba a Israel de violar las leyes internacionales.

El embajador de Damasco ante la ONU, Fayssal Mekdad, solicitó que la resolución se sometiera a votación de inmediato.

Sin embargo, el embajador de Washington, John Negroponte, dejó en claro que Estados Unidos no respaldará el borrador de la resolución y acusó a Siria de albergar a terroristas.

"Estados Unidos cree que Siria está en el lado equivocado en la guerra contra el terrorismo", dijo Negroponte, según AP. "Creemos que redunda en interés de Siria, y de los intereses más amplios para la paz en el Oriente Medio, que Siria deje de albergar y apoyar a grupos que perpetran actos como el ocurrido" en Haifa, agregó.

En una carta enviada poco antes al Consejo de Seguridad, el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Farouq al-Shara, dijo que Damasco tiene capacidad militar suficiente para responder a la agresión israelí, pero decidió actuar con mesura y convocar a la reunión de emergencia.

Primer ministro palestino dice que no usará la fuerza contra los extremistas

En medio del incremento de las tensiones, el primer ministro palestino, Ahmed Qureia, dijo el lunes que espera negociar una tregua rápida con Israel, pero que no usará la fuerza contra los extremistas palestinos bajo ninguna circunstancia, a pesar de las demandas estadounidenses de control estricto de esos grupos armados.

Al establecer la política, "no escucharé a los estadounidenses, escucharé nuestros derechos nacionales", dijo Qureia en declaraciones a la AP, horas antes de jurar como presidente del gabinete palestino de emergencia.

"No confrontaremos, no iremos a una guerra civil", declaró. "No conviene a nuestros intereses. No conviene a los intereses de nuestro pueblo, y no conviene al proceso de paz".

Qureia dijo que desea reunirse pronto con líderes israelíes, incluyendo al primer ministro Ariel Sharon, para negociar una tregua. "Estamos listos, a partir de mañana, para sentarnos con ellos a discutir la forma de llegar a una tregua completa, que no será temporal", agregó.

Israel ha declarado que no participará en conversaciones hasta que las fuerzas de seguridad tomen medidas contra los extremistas.