El Centro Carter y la Iglesia Católica de Venezuela expresaron el lunes preocupación por el aumento de la tensión política en el país tras el decomiso de equipos al canal privado de televisión Globovisión y el estallido de un artefacto explosivo en una oficina del gobierno, informó Reuters.

"Observamos con preocupación que el enfrentamiento político está entrando en una nueva fase de escalada y que esto, sin duda, alienta la violencia", dijo el Centro Carter en un comunicado.

La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) indicó que la incautación de equipos a Globovisión "de manera evidente limita el derecho a la información de los venezolanos, sobre todo en vísperas de importantísimas consultas electorales".

El Centro y la Iglesia se sumaron con sus declaraciones a la preocupación expresada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el gobierno estadounidense sobre el peligro de que sea limitada la libertad de expresión en Venezuela, en momentos en que la oposición está impulsando un referendo revocatorio del mandato del presidente, Hugo Chávez.

La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) incautó el viernes los equipos al canal, que transmite noticias las 24 horas, argumentando que infringió el uso del espectro radioeléctrico.

Para Globovisión, la acción fue ilegal y estuvo dirigida a cerrar el medio de comunicación como represalia por sus críticas a Chávez. Horas después, el gobierno denunció que la fachada de la sede de CONATEL en Caracas fue destruida por el estallido de una granada de fragmentación lanzada desde una motocicleta.

El lunes, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Richard Boucher, reiteró la posición previa del gobierno de Estados Unidos al respecto, al expresar que Washington vería "con mucha preocupación cualquier intento del gobierno (venezolano) para coercionar o silenciar a una organización de medios legítima".

La jerarquía católica rechazó también el atentado a la sede de CONATEL y otro, ocurrido hace tres semanas, en el regimiento de la Guardia de Honor del palacio presidencial, que sufrió daños por el estallido de un artefacto explosivo.

En ninguno de los dos incidentes se informó de heridos y, aunque no hay detenidos y ningún grupo se ha atribuido el ataque, el gobierno responsabiliza a la oposición, a la que acusa de estar interesada en generar violencia para caldear aún más el clima político en el país.

En la noche del domingo, dos camiones cisternas para el transporte de combustible de aviación estallaron y se incendiaron en una base aérea militar en Caracas. En este incidente tampoco hubo víctimas y los bomberos dijeron desconocer las causas.

"Pedimos a todos los venezolanos mantener la calma y evitar la violencia en la justa defensa de nuestros legítimos derechos", dijo la CEV, algunos de cuyos líderes han sido criticados por Chávez por haber alertado sobre la precaria situación social y económica que vive la nación.

La oposición, que prevé cumplir con los requisitos exigidos para celebrar la consulta revocatoria a Chávez en el primer trimestre del 2004, culpa al gobernante de sembrar el odio y dividir a los venezolanos con su discurso y con reformas económicas que han deteriorado la calidad de vida.

Una encuesta publicada este martes por el diario El Universal arrojó que 77% de los venezolanos está dispuesto a acudir a un eventual referendo.

El sondeo, elaborado por la empresa Hinterlaces, fue realizado en distintas ciudades y recogió una muestra de 1.900 personas.

Según los resultados, el 60,3% de los consultados respaldaría la salida del jefe de Estado, frente al 39,7% que no lo haría.

Respecto a la posición política, el 30,3% de los entrevistados aseguró ser simpatizante del "chavismo", frente a un 26% que dijo ser "antichavista" u opositor y un 42,7% que se ubicó en el sector de los llamados "Ni-ni", que no apoya ninguna de esas dos opciones.

Al analizar las preferencias de este último grupo, la encuesta determinó que el 59% de los "Ni-ni" estaría dispuesto a votar en contra del mandatario, frente a un 22% que dijo que votaría en favor y un 18% que no se pronunció.