La Defensoría del Pueblo de Venezuela afirmó el jueves que algunos efectivos de seguridad torturaron a opositores que participaron en recientes protestas contra el presidente Hugo Chávez, algo que el gobierno niega, informó Reuters.

El defensor del pueblo, Germán Mundaraín, dijo sin embargo en un informe que no encontraron pruebas de que los nueve "homicidios" registrados entre el 27 de febrero y el 5 de marzo "sean producto del accionar de armas usadas por la Guardia Nacional o la Policía Militar", como denuncian opositores.

Los adversarios de Chávez salieron a las calles para protestar por lo que calificaban como maniobras orquestadas en el Consejo Nacional Electoral para obstaculizar un referendo contra el presidente, y fueron enfrentados por guardias nacionales con perdigones y gases lacrimógenos.

"Las cifras dan cuenta de siete casos de tortura y 17 por tratos crueles, inhumanos o degradantes", dijo Mundaraín, quien es visto como un aliado del gobierno, en el documento presentado al Parlamento, dominado por seguidores de Chávez.

El gobierno de Chávez justificó la acción militar con el argumento de que los soldados se defendieron de las piedras, palos y botellas que les lanzaron los manifestantes.

En los días siguientes hubo episodios similares en varias ciudades, que dejaron al menos nueve muertos, más de 190 heridos de balas y, según dirigentes opositores, más de 400 detenidos.

Amnistía Internacional expresó su preocupación por reportes de que los cuerpos de seguridad usaron fuerza excesiva en algunas ocasiones.

Mundaraín sostuvo que "algunos funcionarios aprehensores se excedieron en el uso legítimo de la fuerza, surgiendo denuncias de torturas y/o tratos crueles, inhumanos o degradantes".

Aunque afirmó que ninguna víctima falleció por herida de bala, admitió que hubo acciones "en algunos casos excesivas de la Guardia Nacional, la Policía Militar y algunos cuerpos de seguridad regionales o locales controlados por factores que apoyan al gobierno nacional, en el control de estas manifestaciones".

Líderes de la oposición y organizaciones de derechos humanos independientes ubican el número de muertos en 14 y testigos han dicho que vieron que algunos manifestantes fueron muertos por tropas o francotiradores.

La organización venezolana defensora de los derechos humanos Cofavic destacó en un informe previo el "uso excesivo de fuerza pública por parte de efectivos de la Guardia Nacional o Policía Militar" durante los sucesos.

La organización dijo que los soldados presuntamente dispararon armas cortas y largas, lanzaron indiscriminadamente gases lacrimógenos, dispararon perdigones a quemarropa y golpearon y patearon a los detenidos.

Entre los detenidos, que se encuentran en centros de reclusión, hay maltratados por "quemaduras eléctricas, golpes de puño, patadas u objetos contundentes, sustancias irritantes, simulacros de ejecución, interrupción del sueño y baños nocturnos de agua fría", según Cofavic.