El Consejo Nacional Electoral (CNE), amenazó el jueves con evaluar el papel de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Centro Carter en el proceso de referendo contra el presidente Hugo Chávez, si no se disculpan por una declaración que Caracas considera "sesgada" y "mentirosa", informó Reuters.

El máximo responsable del CNE, Francisco Carrasquero, acusó a la OEA y al Centro Carter de extralimitarse en sus funciones como observadores del proceso.

Según informó CNN, las misiones de observadores expresaron el miércoles "profunda preocupación" por denuncias sobre despidos e intimidaciones a empleados públicos, que firmaron a favor del referendo contra Chávez, para que retiren su rúbrica.

El Poder Electoral fijó entre el 27 y 31 de mayo el período para realizar la verificación de 1,19 millones de rúbricas que el CNE considera dudosas.

Los observadores dijeron que en el proceso de ratificación de no puede cambiarse la decisión que tomaron los electores al firmar, de la misma forma que cuando se ejerce el derecho al voto. Esta posición es contraria a lo decidido por el CNE de permitir arrepentirse a quienes firmaron.

El jueves los representantes de la OEA y el Centro Carter defendieron sus declaraciones y señalaron que su función es "proveer a la autoridad electoral de cualquier país de evaluaciones objetivas y sugerencias de mejoras basadas en la experiencia comparada, de forma tal de contribuir al perfeccionamiento de los procedimientos utilizados".

Advirtieron que no buscaban inmiscuirse en el proceso, ya que no tienen la autoridad, y recordaron que sus evaluaciones y recomendaciones no son de cumplimiento obligatorio.

Representantes de la oposición venezolana insistieron en la necesidad de que esas organizaciones permanezcan en Venezuela como observadores.

El secretario general de la OEA, Cesar Gaviria, y el ex presidente estadounidense James Carter, que encabeza el centro que lleva su nombre, tienen previsto viajar el 29 de mayo a Venezuela para presenciar el proceso de verificación de las firmas, clave para pedir el referendo. La oposición necesita que se validen más de 500.000 rúbricas para conseguir que se realice la consulta.

Ambas organizaciones fueron acusadas en marzo por el CNE de tener posiciones sesgadas contra Chávez.

El directivo electoral Jorge Rodríguez, también visto por opositores como leal al gobierno, afirmó que no se sentará ni con la OEA ni con el Centro Carter hasta que se disculpen por su declaración "mentirosa", y dijo que ambas instituciones están parcializadas a favor de la oposición.

Los señalamientos tienen lugar en medio de un aumento de las tensiones en el país, donde el domingo pasado fueron arrestados un centenar de colombianos a los que el gobierno acusa de ser paramilitares que pretendían derrocar o matar a Chávez con el apoyo de la oposición.

Venezuela exigió a la OEA, al Centro Carter, a Estados Unidos y a Colombia pronunciarse sobre el caso, que Chávez dijo formaba parte de una conspiración dirigida desde Colombia y Miami para invadir su país. No presentó evidencias.

La coalición de grupos opositores Coordinadora Democrática dijo que es "inaceptable" que Chávez "intente arrastrar al país a un conflicto internacional para ocultar el deterioro interno de su gobierno" al atacar a Estados Unidos, el mayor comprador de crudo venezolano, y a Colombia, su principal socio andino.

"La provocación irresponsable del gobierno no nos sacará de la ruta del referéndum revocatorio", agregó en un comunicado.