Al menos 12 palestinos murieron el martes en el campo de refugiados de Rafah, en el sur de Gaza, durante un amplio operativo lanzado por el ejército israelí, informó Reuters.

La redada con tanques y tropas de infanterías es una de las mayores realizadas en Gaza desde 2000 y desató la condena internacional debido a la amenaza del jefe del ejército israelí de destruir cientos de viviendas palestinas.

El ejército israelí dijo que la operación estaba dirigida a detener el contrabando de armas a través túneles desde Egipto y aseguró que no hay planes para una destrucción sistemática de casas.

"La única manera en que destruiremos hogares es si encontramos un túnel dentro de una casa o si una casa es utilizada como refugio de terroristas para atacar a nuestras fuerzas", dijo una fuente militar citada por Reuters.

Las tropas israelíes irrumpieron en Rafah en la madrugada adoptando posiciones estratégicas en edificios, mientras soldados realizaban búsquedas de activistas casa por casa y se enfrentaban con palestinos armados.

Antes del comienzo del operativo, helicópteros israelíes dispararon contra zonas aledañas de Rafah causando la muerte a siete palestinos, al menos tres de ellos armados.

Las tropas israelíes mantienen rodeado el campo de refugiados palestinos. Cientos de personas huyeron el lunes de sus hogares.

Rafah es conocido por ser refugio de militantes de grupos extremistas palestinos que se mezclan en la población de 90.000 personas y atacan frecuentemente a las tropas israelíes.

Las tropas israelíes se preparan para llevar a cabo una demolición masiva de casas en el lugar. El primer ministro palestino, Ahmed Qurie, solicitó el lunes a la Casa Blanca que intervenga para detener la amenaza de Israel.

Qurie hizo la petición en una reunión en Berlín con la asesora de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Condoleezza Rice, después de que Israel rodeó con blindados el campo de refugiados, como preparativo para la demolición.

El ejército de Israel, el más poderoso de Oriente Medio, se vio sacudido por emboscadas, la semana pasada, en las que los radicales palestinos mataron a 13 soldados.

El lunes el ejército israelí no sólo se preparaba para derribar cientos de casas, que según Israel son utilizadas por miembros de grupos armados palestinos para esconderse, sino que también consideraba la posibilidad de cavar una zanja para bloquear el contrabando de armas.

Mientras los blindados israelíes acordonaban el campo de refugiados de Rafah, palestinos armados preparaban emboscadas.