Si José Martí llegase hoy a Caracas moriría de tristeza. La estatua de Bolívar, a la que reverenció, sin sacudirse el polvo del camino, es el alma de una plaza colmada de indigentes, vendedores de baratijas, delincuentes y revolucionarios a sueldo. Al Apóstol le dolería saber, que como en el suyo, en nombre del Libertador se construye una revolución que ha expropiado los sueños de mucha gente.

Castro, Abel Prieto. ¿Por las ideas de quién está preso Raúl Rivero?

La breve estancia de Martí en Caracas es recordada aquí con mucha admiración; porque el cubano hizo mucho en muy poco tiempo. La Revista Venezolana, fundada en 1881, fue su obra más perdurable. En sus páginas, los lectores descubrieron valores olvidados de la cultura nacional. Y se fascinaron con historias conocidas vueltas a contar por el cubano.

En el primer número de la publicación, Martí escribió: "La Revista Venezolana sale a la luz. Nace del afecto vehemente que a su autor le inspira el pueblo en que la crea [...] Hacer es la mejor manera de decir. Fiel a este credo, el escritor hizo una apasionada defensa del destacado intelectual venezolano Cecilio Acosta, líder espiritual de los estudiantes opositores al gobierno. Al presidente Antonio Guzmán Blanco, un déspota ilustrado, no le concedió una sola línea. Por esa razón es conminado a abandonar el país, por expresa petición gubernamental.

123 años después de la partida de Martí, intelectuales cubanos arribaron a la tierra de Bolívar, con el pretexto de celebrar el aniversario 151 del natalicio del Apóstol cubano. En realidad, vinieron a mostrar su apoyo a la revolución bolivariana. El primer Encuentro de escritores cubano-venezolano celebrado entre el 27 y el 28 de enero pasados, fue un taller más político que literario.

Los intelectuales cubanos y venezolanos asistentes al evento oyeron gozosamente las palabras de Hugo Chávez, quien probablemente no ha leído el Discurso de Angostura, ni los Versos sencillos, pero que diserta sobre Bolívar y Martí. Chávez señaló que el prócer cubano heredó la angustia de Bolívar y hasta cierto punto la tragedia de Bolívar. "Si leemos las cartas y los escritos de Martí podremos conseguir allí el sello de Bolívar, incluso a veces en estilo, pero sobre todo mucho más que en la forma, en la idea. En la profunda idea que a ambos movió por este continente".

El comandante Chávez aprovechó para rendirle homenaje a su preceptor político, Fidel Castro, al afirmar que "así como en Cuba, el autor intelectual del Asalto al Cuartel Moncada fue Martí; en Venezuela el autor intelectual del 4 de Febrero de 1992 (cuando Chávez intentó dar un golpe de estado) fue Simón Bolívar".

Los debates del encuentro giraron alrededor del compromiso social de los intelectuales. El viceministro de Cultura venezolano, Francisco Sesto, lamentó que "creadores que dedicaron parte importante de su vida a las luchas sociales, se van alejando, y en muchísimos casos se convierten en el enemigo más activo del proceso revolucionario de cambio que hoy vive Venezuela". El funcionario puso como ejemplo a "Soledad Bravo, quien ahora le cantaba a las manifestaciones golpistas de la oposición venezolana".