www.cubaencuentro.com Martes, 18 de mayo de 2004

 
  Parte 1/2
 
Doble lectura para un fracaso
Al retirar la resolución sobre los talibanes en Guantánamo, el gobierno cubano naufraga en su intento de 'desquite' por haber sido condenado en Ginebra.
por MARY SIMóN, Ginebra
 

El fracaso del gobierno cubano en su intento de que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (CDH) se pronunciase sobre el espinoso tema de la situación de los 650 detenidos en la base naval norteamericana de Guantánamo, ha sido interpretado con diferentes prismas entre gobiernos y organizaciones no gubernamentales.

F. P. Roque
Canciller Pérez Roque: Intentando minimizar el fracaso.

Unos critican abiertamente la forma en que La Habana negoció esa resolución, otros aplican una doble lectura al fiasco. Estados Unidos, por su parte, ha calificado a los cubanos de perdedores, y así lo dijo el jefe de la delegación norteamericana a la CDH, el embajador Richard Williamson.

Desde la perspectiva de Williamson, no hay la menor duda de que el gobierno de la Isla ha perdido esta batalla, y que tuvieron que retirar la resolución porque son perdedores. En su opinión, la única prisión que es visitada actualmente por la Cruz Roja es la de la base de Guantánamo, así que emplazó al gobierno de Fidel Castro a que abriese las cárceles cubanas a la organización humanitaria.

Cuando el representante cubano, Iván Mora Godoy, hizo el anuncio oficial de que "Cuba no forzará una votación" de este tema, utilizó nuevamente el recurso del diferendo Norte-Sur en la Comisión, un recurso más que acuñado por la diplomacia habanera, que esperaba al menos una salida airosa mediante la política de abstenciones estimulada por ellos durante largos años.

Para el gobierno cubano, no sólo hay complicidad entre la Unión Europea y algunos países latinoamericanos con Estados Unidos, sino que han atacado a "los que hipócritamente afirmaban que —por principio— nunca impiden que una cuestión de sustancia sea examinada por la CDH, ahora están prestos a secundar al imperio, acudiendo a falsos pretextos, para evitar que los gobiernos se expresen libremente".

Esta es la óptica con la cual la delegación analizaba la anunciada moción de no acción, un mecanismo que interrumpe la discusión de una propuesta de resolución, sobre la base del Artículo 49 de las comisiones orgánicas del Consejo Económico y Social, bajo cuyas regulaciones se rige la CDH. Esa moción iba a ser presentada por Estados Unidos y un grupo de países de diferentes regiones y tendencias, si Cuba insistía en llevar adelante la votación.

¿Preocupación real o ajuste de cuentas?

El espinoso caso de las detenciones arbitrarias en la base naval de Guantánamo ha sido ampliamente criticado durante los últimos dos años por Amnistía Internacional, cuyo portavoz, Peter Splinter, ha expresado preocupación. Al mismo tiempo denunció que lo sucedido el jueves 22 de abril "marca definitivamente la crisis de credibilidad de la CDH".

Si bien el texto promovido por Cuba es visto por algunas delegaciones como "escrito en un lenguaje técnica y jurídicamente impecable", y cuya autoría o asesoría algunos atañen o vinculan al Dr. Alfredo de Zayas, cubanoamericano —ex asesor jurídico del Comité de Derechos Humanos de la ONU y bisnieto de uno de los presidentes republicanos de la Isla—, otras estiman que el hecho de que fue presentado inmediatamente después de que la Comisión aprobase una resolución condenatoria de la política de la Isla en materia de derechos humanos, en particular tras la ola represiva de 2003, le confiere un carácter de "ajuste de cuentas" contra EE UU.

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