El editorial de Encuentro en la Red sobre la política de la Unión Europea (UE) en relación con la dictadura castrista contiene, en mi opinión, por lo menos tres consideraciones que merecen análisis: (a) Sugerencia de que la UE haga énfasis principalmente en una posible liberación de presos políticos. (b) Beneficios de que goza la dictadura como consecuencia de la nueva política de la UE anunciada en junio de 2003. (c) Rechazo a la impráctica estrategia de simbolismos que representa la actual política de la UE.

Embajador español Alonso Zaldívar, canciller Pérez Roque.

(a) El editorial, en su proposición de una nueva política de la UE, recomienda que sea "sofisticada, cuidadosa de los matices y las sensibilidades". Es decir, la nueva estrategia que recomienda es como la vieja política que practicara la UE durante cuarenta años antes que la modificara en junio de 2003. Por supuesto, el editorial reconoce que "la voluntad de poder total que caracteriza a Fidel Castro hace harto improbable que se produzca ningún giro de su régimen mientras él esté al mando".

Por tal razón, lo conveniente, según el editorial, es dejar a un lado los simbolismos imprácticos y concentrarse en intentar la liberación de algunos o de todos los disidentes políticos. Hay un grave error en este planteamiento: al dar prioridad a los esfuerzos por liberar a disidentes como el principal objetivo de la política de la UE, en lugar del respeto a los derechos humanos y la democratización de Cuba, pierde de vista que el régimen en Cuba puede suministrar a la UE una cuota casi infinita de disidentes presos y así mantenerla atada de modo permanente. En consecuencia, alejaría a la UE del protagonismo en la trama substancial del cambio en Cuba.

No nos debe sorprender que para debilitar la posición de los miembros de la EU que insisten en una política de firmeza, la dictadura libere a un grupo disidentes. Evitar una política de pronunciamientos a favor de la democratización de Cuba y de denuncias contra los atropellos en la Isla es muy importante para el pueblo cubano y no deja de ser importante para las futuras relaciones de la UE con una Cuba democrática.

La teoría del enfrentamiento

(b) El editorial plantea que el castrismo se beneficia del actual enfriamiento en sus relaciones con la UE: "De hecho, la situación actual parece serle extremadamente cómoda: con las embajadas aisladas, La Habana se ha librado de la comunicación entre los diplomáticos europeos y un amplio sector de la sociedad. Y, de paso, de la influencia e interacción entre ellos, del intercambio de ideas e iniciativas en muchos casos 'molestas' para los rígidos parámetros oficiales".

Discrepamos de este argumento, ya que creemos que a la tiranía le preocupa mucho el actual y potencial aumento del aislamiento con la UE. Hay evidencias que lo confirman. Por ejemplo, no hay exabrupto de parte del régimen ante los últimos planteamientos del presidente del gobierno español, de que en Cuba hay que hacer cambios profundos y rápidos y que España los va a exigir. Por el contrario, ha sido una respuesta muy suave, definitivamente cuidadosa. Nada de insultos y nada de arengas, como que no van a imitar la "pluri-porquería" de España. Tal estrategia queda confirmada por la cautela con que actuó Felipe Pérez Roque en su reciente reunión en Costa Rica con su homólogo español.