www.cubaencuentro.com Viernes, 29 de julio de 2005

 
  Parte 3/4
 
¿Anti-israelismo o neo-antisemitismo cubano?
La Habana exalta el terrorismo palestino y mantiene en la prensa una postura agresiva contra Tel Aviv. Sin embargo, incentiva bajo cuerda el turismo israelí.
por JOSé ALBO, Tel Aviv
 

Cuatro años antes, se había acordado la salida hacia Israel de los judíos cubanos que así lo deseasen, con la visita a La Habana del Gran Rabino Ashkenazi, Israel Meir Lau. También se basan en el hecho de que algunos judíos han estado presentes en la empresa revolucionaria, destacándose notablemente en política Enrique Oltusky y Fabio Grobart, y en cultura, el Premio 2004 de Literatura, Jaime Sarusky Miller.

El gobierno cubano profesa un odio enfermizo hacia los gobiernos norteamericanos, y por tanto, Israel no puede quedar exento de su "cuota", como el aliado que es de este. En parte, dada esta "proyección", es difícil discernir dónde el anti-israelismo cubano se convierte en antisemitismo o viceversa.

Se debe reconocer que, incluso cuando se les pueda clasificar como neo-antisemitas, se encuentran entre los más lights y solapados, y que el único acto de antisemitismo físico conocido ocurrió en el año 1991, durante la Guerra del Golfo, cuando un grupo de estudiantes árabes apedrearon la sinagoga Adás Israel, en la Habana Vieja.

Es también una realidad el que los judíos cubanos, al contrario de muchos de sus homólogos mundiales, no sientan amenazadas sus vidas ni su integridad y menos aún se sientan marginados.

Por otro lado, el Holocausto es impartido a todos los niveles y de forma general no es cuestionado, a pesar de que en 1988 vio la luz el libro de Mahmud Abas (el estrenado presidente palestino Abu Mazen), La otra cara: La verdad sobre las relaciones secretas entre el nazismo y el sionismo; donde se pone en duda el número de judíos que murieron en el Holocausto y los cifra en unos pocos cientos de miles. Más recientemente, se han brindado conferencias sobre el pensamiento del negador del holocausto, el israelí de origen ruso Israel Shamir, al parecer, como pago a su artículo lamebotas titulado Cierto lagarto verde, escrito tras su visita a la Isla en el año 2001.

Si bien el gobierno cubano eliminó oficialmente todo tipo de racismo, incluido el antisemitismo, es un hecho que en su prensa, además del ataque cotidiano a Israel, se incita al antisemitismo y se realizan durísimas declaraciones, que "evidencian" o implican "el poder judío mundial", al estilo "protocolar zarista", y que sus periodistas traen a colación citas y artículos de reconocidos portales antisemitas, como es el caso de la web californiana La Voz de Aztlán.

Terrorismo mediático

El artículo "Palestina y Cuba, las coincidencias y las urgencias", de María Poumier, tomado de Rebelión y publicado por Granma el 26 de mayo de 2003, cuenta con una pesada carga de antisemitismo y es uno de los pocos —o quizás el único— donde se ataca directamente a la comunidad judía cubana, y no al judaísmo mundial, como es norma, catalogándola de "una clase en la que se encontraban numerosos especuladores inmobiliarios, de diamantes y otros agentes comerciales", y denigrándola porque "es imposible imaginar que el gángster Meyer Lansky, que controlaba el juego y la prostitución florecientes en Cuba, no se encontrara entre ellos…".

El pasaje que dice: "la influencia, en el Congreso y en los aparatos del Ejecutivo, del poder económico-financiero del llamado lobby judío, que se ha convertido en determinante a la hora de trazar política por los inquilinos de la Casa Blanca", bien podría aparecer en el portal del Ministerio del Exterior de cualquier país árabe, pero es un fragmento tomado del portal del MINREX cubano, en el apartado dedicado al "Muro de Israel", y que pertenece al artículo "Cuando los olivos lloran", de Elson Concepción Pérez, periodista de Granma.

El tratamiento del conflicto como una necesidad demográfica, es otra de las características del neo-antisemitismo, al adicionarle tintes racistas por la supuesta necesidad de preservación de la raza judía. Todo el que conozca la composición étnica del pueblo israelí, entiende que esto no es más que una falacia de izquierdas, en su intento por asirse a algún elemento "sensato" que le ayude a justificar el incondicional apoyo a tamaña gama de asesinos y terroristas.

Esta misma idea es retomada en el artículo de Eduardo Montes de Oca, titulado "¿Por qué Palestina?", publicado en la revista Bohemia digital, que se alzó con mención en el Forum Nacional de Periodismo de 2003. Este cataloga al pueblo judío como aquel que "había preservado sus tradiciones y, lo que es más importante, su pureza racial durante más de dos mil años de estadía en Europa", continuando su desdichado relato con las denominaciones de "gran jefe, Abdel Aziz Rantisi (…) y una parca trasmutada en ¿persona? (Ariel Sharon)".

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