La nueva ola de represión política parece ser la respuesta oficial de La Habana a los crecientes reclamos de democratización y al terreno ganado por la disidencia interna.

Director de la revista De Cuba y colaborador de Encuentro en la Red, González Alfonso. Detenido, y su casa registrada durante 10 horas por 11 policías.

Los cálculos iniciales hablan de varias decenas de opositores arrestados. La lista incluye a activistas políticos, periodistas e incluso bibliotecarios independientes. La Habana ha prometido aplicar sus leyes "con el rigor que sea necesario" a quienes considera traidores "al servicio de una potencia extranjera".

La principal acusación contra los arrestados es la de participar en las "provocaciones" y actividades "subversivas" lideradas por el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, James Cason, según la cancillería de la Isla.

El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación (CCDHR), Elizardo Sánchez Santacruz, cree que esta es la más intensa represión desatada por el gobierno de Fidel Castro en los últimos años.

"El Gobierno de Cuba opta por seguir desafiando a la conciencia universal al responder con represión política y social en gran escala en lugar de hacerlo con reformas", dijo en un comunicado de prensa divulgado por la AFP.

Según Sánchez Santacruz, agentes de la policía que llevan a cabo los arrestos han comentado que los detenidos "serán sometidos a los tribunales, presumiblemente bajo la Ley 88, calificada por los medios disidentes como 'Ley Mordaza'".

Esta ley, llamada de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, se aprobó el 16 de febrero de 1999 y prevé penas de hasta 20 años de cárcel.

"No podemos ocultar nuestra frustración", dice el comunicado de la CCDHR. "El Gobierno persiste en imponer a los cubanos un modelo totalitario que es, por definición, esencialmente represivo y carcelario".

Reacciones

Fuera de Cuba las críticas a las acciones de La Habana no se han hecho esperar.

En Miami, un comunicado de la Fundación Nacional Cubano-americana (FNCA) denunció "enérgicamente" la "ola de arrestos".

"La brutal reacción de la dictadura castrista ante el auge de la oposición en Cuba" demuestra su "grado de temor" frente a estos activistas cuya "labor es reconocida en todo el mundo", dijo la nota.