El rumbo definitivo de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (CDH) se pondrá a prueba cuando corresponda al Gobierno de Cuba sentarse nuevamente en el banquillo de los acusados. Algunos cambios en la membresía del organismo pudieran provocar una

Felipe Pérez Roque: No a la ONU.

escapada de La Habana, similar a la producida en el año1998. Todo puede esperarse de la actual Comisión —prácticamente dominada por un poderoso club de países violadores de África y Asia—, incluso el éxito de una moción de no acción, al más puro estilo chino.

La elección de Libia al frente del organismo y un análisis casuístico de cada país integrante conducen —más allá del tema de la guerra en Irak— a conclusiones apocalípticas acerca del futuro de la ONU. Este año estrenan asiento en la CDH, con voz y voto, Burkina Faso, Gabón, Sierra Leona, Sri Lanka y Zimbabwe. También se incorporan Australia, Irlanda, Paraguay y Estados Unidos. Sin embargo, cuatro de las naciones que el año anterior votaron favorablemente la resolución sobre Cuba presentada por Uruguay (Portugal, España, República Checa e Italia) ya no estarán presentes. Ecuador, que se abstuvo, también recesa en sus funciones.

Entre los nuevos inquilinos de la CDH hay páginas enteras de "heroísmo, soberanía e independencia", según el discurso habitual de La Habana. Amnistía Internacional (AI) denunciaba en su informe de 2002 que, por ejemplo, en Burkina Faso "las fuerzas de seguridad continuaron ejecutando extralegalmente a decenas de personas o siguieron sin dar cuentas del destino corrido por ellas, en su lucha contra el bandolerismo y el auge de la delincuencia". En el "muy entrañable" Zimbabwe, la situación de los derechos humanos se deterioró gravemente a causa de la utilización de la violencia, las detenciones, la tortura, los secuestros y los homicidios de naturaleza política por parte del Frente Patriótico, el partido gobernante, para reprimir a sus adversarios durante el período previo a las elecciones presidenciales de marzo de 2002. El Zimbabwe de Robert Mugabe, en una medida totalmente arbitraria y carente de legalidad, expulsó también a los granjeros blancos de sus tierras, so pretexto de una reforma agraria.

En países como la República Democrática del Congo, Sierra Leona, Sudán o Uganda (todos este año en la Comisión), miles de civiles desarmados padecieron algunas de las más atroces violaciones de derechos humanos cometidas en África —detención ilegal y reclusión, tortura, violación, asesinato y desaparición— a manos tanto de las fuerzas gubernamentales como de los grupos armados de oposición, agrega AI.

En la lista aparece Libia, ahora "premiada" por la comunidad internacional con la presidencia del mismo organismo que la ha condenado en múltiples ocasiones por sus bestialidades contra la población civil, por su pasado terrorista y por constituir, ahora mismo, morada fiel para más de un extremista. De esta clase de voto espera valerse Fidel Castro —tal y como hizo el pasado año— para hacer frente a la propuesta latinoamericana, que podría volver a presentar Uruguay. Del voto de un país — Libia— en el que por Constitución se castiga con pena de muerte a los organizadores de asociaciones o grupos contrarios a la ideología oficial, y donde existen centenares de presos de conciencia, algunos de ellos desde 1973, según Amnistía Internacional.