El Anteproyecto de Carta de Derechos y Deberes Fundamentales de los Cubanos, iniciativa surgida en la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada (MROM) y que hoy engloba a 67 organizaciones de la sociedad civil alternativa,

Promotores de la Carta Ciudadana en conferencia de prensa.

fue el tema central de la conferencia de prensa convocada en la mañana del pasado 4 de marzo por los promotores de la Carta Ciudadana. La conferencia contó con la participación de nueve agencias extranjeras acreditadas en La Habana y otras cinco de la prensa independiente nacional.

Dar a conocer los resultados de la recién concluida etapa de consulta ciudadana, informar del inicio y de las características de la nueva etapa dedicada a la redacción final de la Carta, distribuir el último número del boletín Correo de la Carta —correspondiente al mes de marzo— y hacer público un documento dirigido al 59 Período de Sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, fueron los puntos principales abordados durante la conferencia de prensa.

Según Reynaldo Escobar, miembro de la MROM, en la consulta participaron cientos de activistas previamente seminariados. Éstos, entre agosto de 2002 y enero de 2003, consultaron a 35.209 ciudadanos en 97 de los 169 municipios de las 14 provincias del país. De esa cifra, 30.727 consultados, el 87,27%, aceptó la Carta tal y como estaba redactada, mientras que el 5,23% estuvo en desacuerdo total y un 7,50% la aceptó con modificaciones. Lo más significativo fue que los consultados entregaron 2925 sugerencias que el Comité de Redacción Final tendrá en cuenta para la conformación del proyecto definitivo de Carta Ciudadana.

El Anteproyecto —elaborado a partir de la Carta Internacional de Derechos Humanos, de varias cartas regionales e instrumentos universales y en los alcances y limitaciones de la Constitución cubana— tiene, entre sus múltiples propósitos, formar una cultura cívica, servir de plataforma para promover un debate comunitario, social, político e institucional acerca del tema de los derechos humanos en la sociedad criolla, e iniciar un proceso de legitimación de la Carta como fundamento de la futura institucionalidad que debe regir los destinos nacionales.