www.cubaencuentro.com Jueves, 20 de marzo de 2003

 
  Parte 1/2
 
Habló la Iglesia
La pastoral 'No hay patria sin virtud', hecha pública la pasada semana por el cardenal Jaime Ortega, pone el dedo en la llaga del acontecer nacional.
por ADOLFO FERNáNDEZ SAíNZ, La Habana
 

La carta pastoral No hay patria sin virtud, hecha pública la pasada semana por el cardenal Jaime Ortega Alamino, no espera explícitamente una respuesta del Gobierno, sino que va dirigida, entre otros, a "todos los cubanos de buena voluntad".
Carta pastoral
No hay Patria sin virtud
(05 marzo 2003)
Salta a la vista, sin embargo, que el Gobierno —máximo responsable de la circunstancia nacional— queda emplazado por los numerosos y graves cuestionamientos que en ella se formulan.

El documento, a propósito del aniversario 150 del fallecimiento del Padre Félix Varela —"el primero que nos enseñó a pensar como cubanos"—, aun sin proponérselo desnuda la cruda realidad nacional y topa de frente con la versión oficial de que aquí todos somos felices. ¿Cuál es la Cuba verdadera?

Jaime Ortega
En primer plano, el cardenal Jaime Ortega.

A quienes acaban de darse cuatro golpes de pecho con el apóstol, en el aniversario 150 de su natalicio (diario Granma, 29 de enero de 2003), el cardenal les pregunta por qué hubo que buscar a pensadores y filósofos de otras latitudes cuando teníamos a Varela y a Martí (la acusación es doble: teniendo lo mejor, se optó por lo peor). Si no hubieran sido nuestros, habríamos tenido que ir a buscarlos dondequiera, dice Ortega, pero siendo de aquí "se siente su ausencia" en la vida nacional.

En lo económico, pregunta la pastoral por qué no se elimina tanta restricción, que impide que el cubano se gane la vida dignamente. ¿Cuándo se va a "favorecer la laboriosidad y la creatividad de nuestro pueblo" permitiendo que lo ilegal sea legal? (es ilegal artificialmente). ¿Con qué grado de angustia vive la familia criolla si los salarios no alcanzan para lo más elemental? El Gobierno no tiene que esperar a que se levante el embargo estadounidense para comenzar a tomar las medidas liberalizadoras que propone la Iglesia. Todos los problemas que menciona el cardenal pueden resolverse aquí adentro.

"La desesperanza es hoy la primera causa de emigración". El cubano se va del país no por la pretendidamente asesina Ley de Ajuste Cubano, sino porque ya no resiste la vida cotidiana. ¿Por qué existe entre los cubanos "un temor difuso y generalizado al porvenir"? ¿Es este el mismo pueblo que en un 99 por ciento optó por el "socialismo para siempre"?

El derecho de la Iglesia tiene su origen en Dios, no en la Oficina de Asuntos Religiosos instituida por el Partido Comunista. ¿Cuándo va a tener acceso a los medios actuales de comunicación social para que su misión llegue a más personas? ¿Por qué la familia cubana no puede elegir a la hora de educar a sus hijos? Y esto preguntado en un país que recibe elogios de organismos internacionales, celebra congresos pedagógicos anuales, se presenta como paradigma para los problemas de educación en el Tercer Mundo y aspira a asombrar, incluso, a los países industrializados.

1. Inicio
2. ¿Por qué...?
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Ley Mordaza
La Protesta de los Trece
DIMAS CASTELLANOS, La Habana
La pandemia de Ginebra
MICHEL SUáREZ, Valencia
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir