El 15 de marzo de 2002, el gobierno español instauró la denominada Visa de Tránsito Aeroportuario (VTA) para los viajeros cubanos que realizan escalas aéreas en terminales ibéricas. La medida puso fin a la crisis originada con los vuelos La Habana-Madrid-Moscú, posiblemente el mayor éxodo masivo de cubanos hacia España. Ese mismo año, entidades no gubernamentales calcularon en 3.000 las personas procedentes de la Isla que pedían a este país el estatus de refugiado político.

Aznar, Castro y Rey Juan Carlos.

La salida hallada para la mayoría fue un "permiso humanitario de entrada", que posibilitaba —en teoría— obtener el permiso de trabajo y residencia en un plazo de dos meses. De acuerdo con fuentes cubanas en España, estos 3.000 casos, junto a otros cientos que han arribado por diversas vías, se mantienen en la absoluta ilegalidad y desprotección. Además de confirmarse que las nuevas solicitudes de asilo político están siendo rechazadas casi en su totalidad.

En marzo de 2002, la Secretaria de Políticas Sociales y Migratorias del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Consuelo Rumí Ibáñez, exigía al gobierno que explicara la situación en la que se encontraban los ciudadanos cubanos que llegaron a España a través del aeropuerto de Barajas, y a los que se les concedió una autorización "provisional" de entrada.

Rumí dijo, en declaraciones difundidas por la agencia Cuba Nueva, que alrededor de 3.000 personas procedentes de Cuba habían solicitado asilo en el último año (febrero 2001-marzo 2002). Precisó asimismo que "la inmensa mayoría de solicitudes son inadmitidas a trámite, aunque a los solicitantes se les concede la entrada por razones humanitarias con sesenta días de plazo para regularizar su situación".

La alta funcionaria socialista advirtió entonces que "el Gobierno podría estar abocando a estas personas a la irregularidad, porque es materialmente imposible que puedan obtener ningún permiso en el plazo de dos meses". Y opinó que tenían "motivos para temer que el Gobierno se desentiende de la situación de estas personas, una vez ha autorizado su entrada en España".

De acuerdo con representantes del Centro Cubano de España, ningún caso de los denunciados por Rumí Ibáñez ha conseguido regularizar su situación, tras el vencimiento del visado humanitario otorgado en el Aeropuerto de Barajas. A ellos se suman los cientos que han continuado llegando a España por diferentes vías y a cuentagotas.

María Comellas Anglada, vicepresidenta primera de dicha entidad, ha denunciado que el Gobierno español también está negando —masivamente— el otorgamiento de exención de visado a ciudadanos cubanos que argumentan imposibilidad de retornar a la Isla. Comellas destaca que de esa manera se incumple el Real Decreto 864/2001, en su artículo 49.2, donde se indica que se otorgará exención de visado a "Extranjeros que no puedan aportar el visado por ser originarios o proceder de una zona en la que exista un conflicto o disturbio de carácter bélico, político, étnico o de otra naturaleza (…) Extranjeros que no pueden conseguir el visado por implicar un peligro para su seguridad o la de su familia su traslado al país del que son originarios o proceden…".