www.cubaencuentro.com Martes, 24 de febrero de 2004

 
  Parte 1/3
 
Indefensión y omertá
Salud pública en la Cuba real: el maquillaje de los informes oficiales y la verdad detrás del dato.
por MIGUEL A. GARCíA PUñALES, Madrid
 

De vez en vez, los problemas puntuales de salud que presenta la población cubana salen a relucir a través de epidemias. Los principales, sin embargo, tienen su causa en la pésima calidad de vida existente en la Isla.

Revista cubana de medicina
Literatura médica cubana: ¿ciencia o propaganda?

En las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calculan alrededor de 10 años perdidos, a lo largo de la vida del cubano promedio, debido a afecciones patológicas. Es decir, el cubano dedica uno de cada siete años de su existencia a padecer diferentes enfermedades, lo que pone en jaque el indicador denominado "Vida en salud". Aunque estos datos parten de las estadísticas del gobierno, no son muy de encargo divulgarlos.

¿De qué sirve vivir más años si una buena parte de ellos las personas sufren enfermedades que le acompañan hasta el fin de su existencia; si el principal vehículo de control de la natalidad es el aborto indiscriminado; si la salud mental es tal que ya desde principios de los noventa fue necesario "crear en el ámbito de cada municipio una comisión interdisciplinaria de salud mental", dados los índices de suicidios, trastornos de conducta y otros tantos flagelos que han ido cayendo sobre la condición psíquica del cubano? Estas comisiones se formaron bajo el mayor secretismo, y supeditadas al control cruzado del Partido Comunista, el ministerio de Salud Pública y la Seguridad del Estado.

Hasta ahora, las banderitas de la salud y la educación siguen siendo, casi en exclusiva, los "logros" en los que suele sustentarse el discurso oficial. Sin embargo, ambos son moneda falsa.

En más de una oportunidad se oyó decir a funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en La Habana, que el Estado cubano les facilitaba el acceso a las bases de datos para la verificación de las estadísticas primarias. Palabras, sólo palabras. Salvo el director de la Oficina de la OPS en La Habana —que por reglamento de la organización debe ser extranjero—, y algún otro asesor temporal, todos los técnicos y especialistas que trabajan en la institución son cubanos, empleados y pagados por el MINSAP, quienes responden totalmente al gobierno y su política.

Sin embargo, la trampa está no sólo en el procesamiento de la información, sino en la enorme presión que se ejerce sobre el dato primario. Es en la base donde abrumadoramente se autocensura el dato, para tratar, a toda costa, que los resultados ofrecidos sean los esperados por los superiores, y de paso evitarles implicaciones directas a estos.

De eso conocen bien los profesores cubanos, artífices del 100 por ciento de promoción escolar, y los directores de empresas y planes especializados. Con sólo observar la estatua de Ubre Blanca, en la Isla de la Juventud, se tendrá una imagen del disparate nacional popularmente bautizado como "globo".

Una de las ventajas con que ha contado durante decenios el Estado cubano, es la inexistencia de fuentes verdaderamente independientes para la verificación de los datos que publicita.

Aunque ésta es una práctica no sólo habitual, sino de obligatorio cumplimiento en cualquier sistema social, los regímenes comunistas la mimetizan creando supuestas "organizaciones no gubernamentales" con participación directa de sus políticos y administrativos. En los últimos años, la aparición de entidades independientes que han ido ganando prestigio en el exterior, ha permitido contrastar la fantasiosa visión que de sí mismo da el gobierno cubano en su comunicación con el mundo.

Aunque en realidad las invitaciones a la Isla, las medallas concedidas, el "embrujo" de compartir mesa y palique con el gobernante cubano y el sabroso turismo de visitas oficiales, han pesado más que el riesgo del contraste real de la realidad que se les vende.

En 1993, el Instituto Cubano de Investigación y Orientación de la Demanda Interna (ICIODI), dependiente de la Academia de Ciencias, redactó un informe referente al estado de salud de la población. Fuentes independientes se encargaron de difundir aquel documento que analizaba la "relación entre las condiciones de vida y la salud" en pleno Período Especial.

1. Inicio
2. Por ejemplo...
3. Los afectados por...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Cárceles y derechos
MIGUEL RIVERO, Lisboa
El lenguaje del combate
JAIRO RíOS, La Habana
La Santería a debate
DIMAS CASTELLANOS, La Habana
Editoriales
Sociedad
Represión en Cuba
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir