El eufemismo es la figura retórica más grata al régimen cubano. Una de sus utilizaciones clásicas fue llamarle Período Especial a la crisis socioeconómica que sobrevino con el derrumbe del campo socialista. En los predios del eufemismo la autoridad caribeña derrocha iniciativa, espíritu innovador, garra y miel.

Educación cubana: ¿Llegará un 'tiempo mejor'?

Uno de los últimos lucimientos verbales de La Habana pretende disminuir trascendencia a la crisis que sufre el sistema de educación. La estampida masiva de profesores experimentados hacia otros sectores, se ha cubierto en secundaria básica por los llamados "profesores generales integrales".

Estos imparten, "por igual, las asignaturas de Ciencias, Humanidades y Ciencias Naturales", de acuerdo con recientes declaraciones a la prensa de Luis Ignacio Gómez, ministro del ramo.

Aquel profesor de Lengua Española o de Matemáticas, etcétera; que muchos recordamos como experto en su materia y hasta erudito a veces, está desapareciendo con celeridad. Ahora jóvenes "profesores generales integrales", que por si fuera poco en muchas ocasiones no han concluido sus estudios, copan las aulas.

¿Pierde credibilidad, resulta confiable un joven maestro que imparte tanto material disímil?

El impulsor de semejantes yerros es, como siempre, Fidel Castro. Él no ve las manchas de su invento, sino lo que pretende son sus cualidades. Así, "las ventajas de los profesores generales integrales son que pueden interconectar las materias y no tener sólo conocimientos parciales".

Pero las palabras de su ministro abren anchas grietas e interrogantes, y aunque se empeña en taponarlas, cae en francas contradicciones. Vale citarlo: "Existe una opinión favorable de la actuación de esos muchachos; su conducta y experiencia que acumulan".