www.cubaencuentro.com Jueves, 02 de septiembre de 2004

 
  Parte 1/3
 
Verano represivo
Tras las licencias extrapenales concedidas a algunos presos políticos, La Habana tensa al límite la situación de la disidencia.
 

Lejos de disminuir, la represión contra periodistas independientes y disidentes dentro de Cuba ha tenido en las últimas semanas gran peso en la opinión pública internacional. Un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) califica de "acoso constante" la situación que vive la mayoría de los 29 periodistas encarcelados en la primavera de 2003 (tres de ellos han recibido licencia extrapenal), además de alertar que su estado de salud es preocupante, e incluso grave.

R. Rivero
Rivero: sin medicinas, sin visitas.

Contactada por teléfono por RSF el 27 de agosto, Blanca Reyes, esposa del periodista y poeta Raúl Rivero, manifestó estar preocupada por el "cambio de actitud" de las autoridades carcelarias con su cónyuge. "Intentan humillarle para quebrarle", explicó.

"No lo entiendo. Raúl es un hombre de paz. Incluso dentro de la cárcel interviene a veces con otros presos políticos, para calmar tensiones. No quiero creer que el gobierno esté detrás de todo esto", dijo indignada.

Raúl Rivero fue detenido el 20 de marzo de 2003, y condenado a 20 años de cárcel por sus escritos. Se encuentra internado en la cárcel de Canaleta, cerca de Ciego de Ávila.

"En Cuba los periodistas viven una doble injusticia: la de estar encarcelados por haber hecho su trabajo y la de estar detenidos en condiciones deplorables, sometidos a un acoso constante. A través de vejaciones y humillaciones, las autoridades quieren destruir a todos aquellos cuya única culpa es pensar diferente", ha recordado Reporteros Sin Fronteras, que reclama la libertad inmediata de los periodistas detenidos en la Isla.

El 26 de agosto de 2004, Raúl Rivero contó por teléfono a su esposa que recientemente había tenido una violenta discusión con uno de sus guardianes, un tal Alexei, respecto a sus condiciones de detención. Entonces, las autoridades de la cárcel anunciaron al periodista que iría al calabozo durante cinco días, aunque después le cambiaron la sanción por la supresión de su próxima visita conyugal, prevista para el 11 de septiembre.

Blanca Reyes explica que en la última visita, el 19 de agosto, por primera vez se vio obligada a esperar cuatro horas antes de poder ver a Raúl. Por primera vez también, el doctor Asdrúbal, jefe de servicios médicos de la cárcel, le advirtió que no le entregarían a su esposo las medicinas que ella le había llevado. Raúl Rivero tiene problemas de circulación sanguínea y un enfisema pulmonar. Desde hace varios meses, las autoridades carcelarias se niegan también a entregarle un par de gafas de sol, cuando la fuerte luminosidad de la celda le ha provocado un empeoramiento de la vista.

Para Reyes, el cambio de actitud se remonta al pasado mes de mayo. Ya el 1 de julio denunció el acoso a que estaba sometido Raúl por el tal Alexei. "A los presos comunes que conviven con nosotros los están instigando a ignorarnos, bajo amenaza de castigarlos si no lo hacen", le dijo Rivero. Una semana más tarde, le anunciaba que el acoso había cesado. Pero precisaba que seguía sin poder cartearse con ella.

Esta semana, la esposa del poeta y periodista lanzaba un llamado a los intelectuales del mundo para que se unieran a una campaña por la liberación de Rivero.

"Solicitamos a todos los escritores, artistas, periodistas, científicos, políticos, y a todas las personalidades científicas del mundo, más allá de todo tipo de ideología, credo, raza o distinción, que se unan a este llamado a la libertad de Raúl Rivero", afirmó Reyes en un comunicado divulgado en La Habana.

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