El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, acusó el viernes a Washington de enrarecer el ambiente para intentar frenar una normalización de las relaciones entre los dos países.
Pérez Roque criticó con dureza el comportamiento del jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason.
"Vemos una carrera desenfrenada a la provocación que no creemos gratuita ni improvisada (...) forma parte de un plan organizado para enrarecer el ambiente de trabajo entre las dos Secciones de Intereses", dijo el canciller, para quien Cason muestra desconocimiento de las leyes y la realidad cubanas, y viola las convenciones internacionales, informó Reuters.
Desde su llegada a La Habana el año pasado, Cason ha criticado el sistema cubano y ha mostrado abiertamente su apoyo a la disidencia.
Precisamente el viernes, mientras Pérez Roque lanzaba sus críticas, 30 periodistas independientes se reunían en la residencia de Cason en La Habana para realizar un taller de ética profesional. El gobierno de Fidel Castro considera a estos periodistas, y al resto de la disidencia, mercenarios financiados por Estados Unidos para desestabilizar la revolución.
Por otra parte, Cason fue el único diplomático acreditado en La Habana que asistió a la actividad de la opositora Asamblea para Promover la Sociedad Civil, realizada el pasado 24 de febrero para conmemorar, entre otras fechas históricas, el inicio de la última guerra de independencia de Cuba contra España (1895-1898), y la muerte de cuatro pilotos de la organización del exilio Hermanos al Rescate, cuyas avionetas fueron derribadas por cazas del gobierno cubano en 1996.
En esa actividad, Cason criticó al gobierno de Fidel Castro y le acusó de tener miedo a "la libertad de conciencia, miedo a la libertad de expresión, miedo a los derechos humanos".
"Nos ha llamado la atención la estridencia de sus pronunciamientos, el exceso verbal de su comparecencia, que no tiene precedentes", insistió Pérez Roque, tras llamar al estadounidense "elefante en una cristalería".
"Ni en épocas del gobierno de (Ronald) Reagan, momentos de gran confrontación internacional y con Cuba, vimos a un representante diplomático adoptar las poses y los comportamientos que hemos visto en el caso del señor Cason", afirmó Pérez Roque.
Son "comportamientos realmente ofensivos para la sensibilidad del pueblo cubano, de desconocimiento de nuestras leyes, de nuestra autoridad (...) impropio de un funcionario diplomático que representa a su país ante otro país; violatorio de las convenciones internacionales", añadió en declaraciones citadas por AFP.
Según el canciller cubano, La Habana espera que Cason "reflexione y comprenda que el trabajo que él desempeña tiene determinadas reglas y tiene determinadas regulaciones internacionales y nacionales".
El pasado 6 de marzo, Castro amenazó con cerrar la Sección de Intereses de Estados Unidos en la Isla.
"Cuba puede prescindir tranquilamente de tal oficina, incubadora de contrarrevolucionarios y puesto de mando de las acciones subversivas más groseras contra nuestro país", dijo Castro.
Pérez Roque señaló complacido que en Estados Unidos está creciendo la oposición al embargo, y por eso —sugirió— la administración Bush estaría tratando de enrarecer las relaciones para frenar los avances hacia la normalización de relaciones, dijo Reuters.
Desde el 2001 La Habana ha aprovechado una modificación del embargo que le permite comprar alimentos en efectivo a compañías norteamericanas. El año pasado esas compras alcanzaron los 138 millones de dólares, con lo que Estados Unidos se convirtió en el décimo socio comercial de Cuba. |