El disidente cubano Oswaldo Payá ha hecho un fuerte llamado a la comunidad internacional para que ejerza presión sobre el gobierno cubano y evite el fin de la aún incipiente "primavera de Cuba".

"¿A qué hay que esperar para tener la solidaridad? ¿A qué la gente se esté matando?", pregunta Payá en declaraciones publicadas por la agencia EFE.

"Estamos llamando a la solidaridad internacional para con los prisioneros de la 'primavera de Cuba', qué no permitan que la maten", dice el opositor, Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo por su lucha a favor de los derechos humanos en la Isla.

"Ni exigimos ni mendigamos. Advertimos que el régimen cubano no deja espacio para la neutralidad", agrega.

Para Payá, la campaña de arrestos ejecutada por el gobierno de Fidel Castro es un síntoma de la "crisis" del régimen ante la inminencia del cambio, y puede contribuir a "acelerar" su caída, a pesar de ser "un duro golpe" a la oposición.

"Si algo puede acelerar el régimen con esto es su propia caída, su propio fin, porque está actuando como muro de contención a un proceso de liberación del miedo que se está dando entre los ciudadanos", dice.

El pasado 18 de marzo, La Habana lanzó aparatosos operativos policiales para llevar a la cárcel a 76 miembros de la oposición interna. Los disidentes son acusados de participar en supuestas actividades "conspirativas" del jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason.

El gobierno ha advertido que aplicará sus leyes con rigor a quienes considera "traidores al servicio de una potencia extranjera". La disidencia interna teme juicios de escarmiento bajo la llamada Ley Mordaza, que prevé penas de entre 10 y 20 años de prisión.

En opinión de Payá, la dura ofensiva contra la oposición demuestra que "hay una crisis. El régimen se siente agredido ante la más mínima expresión de independencia (...) Creen que sólo se pueden sostener con este ambiente de trinchera, creando esta cortina de humo artificial para trasladar el problema interno del régimen a una contradicción con los Estados Unidos".

Buena parte de los disidentes detenidos son miembros del comité ciudadano que respalda el Proyecto Varela, del cual Payá es el principal promotor. Esto es "un atentado contra una posibilidad de cambio pacífico", afirma el líder del Movimiento Cristiano Liberación.

"Es como un golpe de estado o algo peor. Es tratar de suprimir cualquier posibilidad de que en Cuba haya una revolución desde el pueblo, con participación, en un ambiente de reconciliación", agrega.

Payá considera que si la comunidad internacional no responde a las acciones represivas de La Habana caerá "en una incoherencia moral y en un abandono del pueblo cubano".

El opositor informó que ha escrito a funcionarios de la Unión Europea, al presidente del Gobierno español, José María Aznar, y a organizaciones políticas y religiosas de todo el mundo para denunciar la situación.

La Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo condenaron el jueves la ola de arrestos contra la disidencia en Cuba.

En una declaración respaldada por todos los países miembros, la UE advirtió que "las violaciones de los derechos fundamentales políticos y civiles serán vigiladas muy de cerca" y "seguirán influyendo en las relaciones con Cuba".

"El régimen cubano ha dado un paso que no se le debe aceptar", afirma Payá.

"Nadie está pidiendo una intervención, pero sí una condena y una actitud sostenida de rechazo hasta que no sea liberado el último de esos detenidos".