Altos funcionarios de los Quince acordaron el viernes una lista de violaciones a los derechos humanos cometidas en Cuba en los últimos meses, que los círculos comunitarios han calificado de "dura", informó Europa Press.

La enumeración será sometida al juicio de los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), que el próximo 21 de julio aprobarán una evaluación de la posición común sobre la Isla. Antes, la propuesta pasará por las consideraciones de los embajadores europeos ante la UE.

Los representantes de los Quince ante el Comité Político y Seguridad (COPS, encargado de las cuestiones de política exterior) elaboraron la lista, que cita con precisión las actuaciones de La Habana contra los derechos humanos.

El texto menciona las detenciones arbitrarias de disidentes, las condiciones de arresto, las largas sentencias dictadas contra los opositores pacíficos y periodistas independientes; así como los procesos "expeditivos" y la ejecución de tres secuestradores de una embarcación que pretendían escapar hacia Estados Unidos.

La propuesta lamenta el fin de la moratoria de aplicación de la pena capital en Cuba y recoge las manifestaciones organizadas por el régimen ante las embajadas de España e Italia en la Isla; así como "las campañas contra varios líderes europeos", en referencia al presidente del Gobierno español, José María Aznar, y al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.

Además, los Quince subrayan que el régimen ha restringido en varias ocasiones la libertad empresarial y que ha ordenado, entre otras prácticas represivas, la confiscación de libros, la limitación de las conexiones a Internet y la prohibición del uso de antenas parabólicas.

A continuación, se hace hincapié en el compromiso de la UE por conseguir el respeto de los derechos humanos y una transición pacífica al "pluralismo" político en Cuba, al tiempo que se pide la "inmediata" liberación de las decenas de disidentes y periodistas que han sido detenidos y condenados a largas penas de prisión.

Sin embargo, la propuesta de consenso considera que la posición común europea "sigue siendo válida" para abordar las relaciones euro-cubanas, y defiende el "fortalecimiento" de las relaciones económicas y comerciales, con el objetivo de promover el "crecimiento sostenible" y la transición económica y política en la Isla. Por ello, se aboga por mantener el diálogo político con los responsables cubanos.

Por otro lado, en el texto se indica que la UE podría tomar medidas para que el gobierno cubano no utilice los fondos comunitarios "para legitimar su régimen".