AFP/ Washington. El presidente estadounidense George W. Bush prorrogó el miércoles por otros seis meses una medida que impide a los estadounidenses, cuyas propiedades en Cuba fueron confiscadas por el régimen de Fidel Castro, entablar acciones legales contra los actuales usuarios de esos bienes.
La medida "es necesaria para los intereses nacionales de Estados Unidos y facilitará una transición hacia la democracia en Cuba", dijo en una carta al Congreso difundida por la Casa Blanca.
Bush ya había prorrogado la prohibición en enero. Lo mismo hizo su antecesor, Bill Clinton, durante todo su mandato.
Una ley de 1995 permite a los estadounidenses demandar a cualquier individuo, inversionista o empresa que use propiedades confiscadas en Cuba a partir del 1 de enero de 1959, pero también confiere a los presidentes de Estados Unidos la potestad de bloquear la presentación de tales demandas por períodos de seis meses. |