El dirigente opositor Elizardo Sánchez Santacruz, rechazó el jueves el contenido de una cinta de vídeo presentada por el gobierno cubano para intentar demostrar su supuesto "doble juego político" de seis años entre la Seguridad del Estado y la oposición, y dijo que se trata de "otro capítulo de la guerra sucia" contra la disidencia, informó la AFP.

Elizardo Sánchez Santacruz habla con la prensa extranjera en su casa.

"Estamos en presencia de otro capítulo de la guerra sucia del régimen totalitario contra todos nosotros. No me ha sorprendido para nada", dijo Sánchez en declaraciones a la prensa en su casa.

Agregó que "esto es parte de una especie de culebrón, o de telenovela, seguramente habrá mas capítulos. Ellos van a querer tratar de desacreditarnos a todos nosotros".

Las autoridades cubanas presentaron ante la prensa una cinta de vídeo titulada Tras los caminos del Camaján, el agente Juana. El contenido muestra un acto privado donde Sánchez Santacruz habría sido condecorado con la Orden al Servicio Distinguido el 28 de octubre de 1998, al cumplirse un año de su labor como el agente Juana de la Seguridad del Estado.

"Ellos insisten en una colaboración que nunca existió. Ellos saben a todos los niveles que jamás he colaborado con este régimen", dijo Sánchez, quien aceptó, sin embargo, haber sostenido "veintenas de rondas" de conversaciones con funcionarios y oficiales de la Seguridad del Estado, en busca de cambios políticos y la excarcelación de los opositores presos.

En ese sentido, afirmó que "en todo momento estuve bajo la promesa de que iba a haber una excarcelación importante de mis hermanos prisioneros políticos, y si para lograr eso me tengo que sentar otra vez con Satanás, pues me siento".

El pasado 18 de agosto, dos periodistas oficialistas presentaron el libro El Camaján, en el que acusaron a Sánchez de haber servido como agente a la Seguridad cubana desde 1997 a la fecha actual, manteniendo su militancia opositora.

La afirmación fue desmentida por Sánchez, otros opositores como Vladimiro Roca y Oswaldo Payá, y el Departamento de Estado norteamericano.

"Ellos pretenden con estos montajes y estos juegos, y estos capítulos de este gran culebrón que están armando, tratar de echar por tierra 35 años que llevo en la resistencia no violenta frente al régimen totalitario, incluyendo más de ocho años de cárcel. Tal vez lo logren", dijo Sánchez en referencia a la cinta.