AFP/ Washington. El presidente estadounidense George W. Bush está decidido a vetar cualquier intento de aliviar el embargo a Cuba, incluyendo levantar las restricciones de viaje, dijo el jueves al Senado el responsable de América Latina del Departamento de Estado, Roger Noriega.

"El presidente vetaría una medida que levante las restricciones sobre los viajes", dijo Noriega en audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

Varios miembros del Comité, incluyendo su presidente Richard Lugar (republicano de Indiana), denunciaron la inefectividad del embargo y la política general de Estados Unidos hacia Cuba en los últimos 43 años, y algunos sugirieron que aliviar el embargo y eliminar las restricciones a los viajes podría acelerar cambios democráticos.

Noriega rechazó tajantemente esa posibilidad, sosteniendo que "este no es el momento para concesiones unilaterales que podrían regalar al régimen un terrible día adicional en el poder".

"Dos millones de personas de muchos países visitan Cuba cada año, sin que eso haya tenido ningún impacto para cambiar la naturaleza del régimen", manifestó.

Noriega añadió que la política actual hacia Cuba, incluyendo la prohibición de viajes, fue legislada por el Congreso, y luego dijo que Bush vetaría los intentos de cambiarla.

En los últimos tres años la Cámara de Representantes ha aprobado por mayoría creciente eliminar las restricciones de viajes a la Isla, pero el Senado no ha abordado esa iniciativa.

Este año, sin embargo, está pendiente de voto en el Senado un proyecto para acompañar la medida, aprobada por 227 votos contra 188 en la Cámara Baja el 9 de septiembre.

Uno de los patrocinadores de la iniciativa, el republicano Mike Enzi, dijo que "es una tontería" seguir insistiendo con la misma política año tras año, "y esperar que algún día el resultado sea diferente".

"Nuestra política no está dando buenos resultados, ni para nosotros ni para el pueblo de Cuba", afirmó.

El gobierno y los legisladores republicanos de línea dura sostienen que aliviar el embargo ahora sería equivalente a recompensar a Fidel Castro por su reciente ola represiva contra los disidentes, durante la cual 75 opositores fueron condenados a penas de hasta 28 años de cárcel.

El senador demócrata Max Baucus, que visitó Cuba hace tres semanas, rechazó esa línea de pensamiento, indicando que "no se trata de recompensar a Castro, sino de fomentar cambios en Cuba".

"Muchos de los disidentes fueron arrestados por haberse reunido con estadounidenses. Eso indica que el gobierno cubano tiene miedo de esos contactos, y por lo tanto nuestra respuesta debe ser permitir que más estadounidenses viajen a Cuba", razonó.

Richard Lugar estuvo de acuerdo con que la política vigente no ha dado buenos resultados, pero al mismo tiempo estimó que cambiarla sería "muy divisivo", y propuso un nuevo enfoque de tres puntos: aumentar el apoyo a los disidentes y la potencia de las emisoras gubernamentales de radio y televisión que transmiten hacia Cuba; trabajar con Europa, América Latina y la Organización de Estados Americanos para presionar por respeto de los derechos humanos en la Isla; y, "en el momento apropiado, considerar la terminación racional de las restricciones sobre los viajes".