Fidel Castro no asistirá a la XIII Cumbre Iberoamericana que se inicia mañana en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. La delegación de la Isla estará encabezada por el vicepresidente Carlos Lage.

Según informó el diario oficialista Granma, la delegación del gobierno cubano partió en la madrugada de este jueves hacia Bolivia. Junto a Lage viajaron el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque; el vicecanciller Pedro Núñez Mosquera; el viceministro de Inversiones Extranjeras y Cooperación, Raúl Taladrid; y Luis Felipe Vázquez, embajador de La Habana en La Paz.

El diario, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (única organización política legal en la Isla), no se refirió a la ausencia de Castro ni a sus motivos. Se limitó a anunciar que la delegación "cumplirá el programa previsto para la Cumbre, cuyo tema central es 'La inclusión social, motor del desarrollo', y sostendrá también encuentros bilaterales con otras delegaciones que estarán presentes en la cita".

Castro no ha asistido a las más recientes cumbres iberoamericanas, realizadas en Lima en 2001, y Bávaro, República Dominicana, en 2002.

Su última participación en estos eventos fue en el año 2000, en Panamá, cuando se enzarzó en una polémica con el jefe de Estado de El Salvador, Francisco Flores.

En esa ocasión, Castro afirmó que había descubierto preparativos de un atentado en su contra, y que los presuntos complotados eran personas que residían en El Salvador sin mayores problemas. Flores replicó acusando a Castro de haber estado "involucrado en la muerte de tantos salvadoreños" durante la guerra civil en el país centroamericano.

El viernes pasado, la agencia AFP informó sobre un proyecto de declaración referido a la situación de los derechos humanos en Cuba, que estaría circulando entre los países que participarán en la Cumbre de Bolivia.

"Habrá un país que presentará ese proyecto de declaración sobre derechos humanos, mencionando a Cuba, y eso causa preocupación" por las polémicas que puede generar con los diplomáticos de la Isla, señaló una fuente ligada a la organización de esa reunión, que pidió el anonimato, y se abstuvo de dar más precisiones sobre el supuesto documento.

El lunes, familiares de los disidentes condenados a penas de hasta 28 años de prisión en abril pasado, hicieron pública una carta dirigida a los jefes de Estado y de Gobierno que asistirán a la Cumbre, en la que piden que intercedan ante el régimen de Castro por la liberación de los presos políticos.

"Esperamos de vosotros que analicen la situación imperante en Cuba y demanden al gobierno la inmediata liberación de los 75 prisioneros de conciencia", señaló la misiva.

Suscrita por madres, esposas e hijas de los presos, la carta denuncia además las condiciones infrahumanas de reclusión a que están sometidos los opositores en diversas cárceles de la Isla.

Sus "delitos fueron expresar sus ideas y proponer cambios para contribuir a la solución de la crisis política, económica y social que padece nuestro pueblo", sostienen las firmantes.

Por su parte, Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristino Liberación y Premio Sajarov del Parlamento Europeo, solicitó a los organizadores de la Cumbre que permitan a uno de sus representantes en el exterior leer un mensaje a los participantes.

"El silencio ha sido el dominante en todas las cumbres" frente a la "grave situación de los derechos humanos en Cuba", dijo Payá.

"Nada les pedimos y no habrá llamados. Juzguen y decidan ustedes, excelencias, en correspondencia con el espíritu de libertad de los pueblos que representan, lo que deben hacer" respecto a la falta de libertades en la Isla.

"Demandamos un espacio en esta XIII Cumbre para que sea leído nuestro mensaje (…) en nombre de los que trabajamos pacíficamente por los derechos de todos los ciudadanos y en defensa de los marginados y de la mayoría pobre y excluida en su propio país", agregó en una nota remitida a la prensa extranjera acreditada en La Habana.

Esa sería "la voz de los cubanos, que no tienen voz en Cuba, y negárselo sería extender hasta la propia Cumbre el régimen de exclusión que impera" en la Isla, opinó.