Bañistas de una playa de Florida rescataron el jueves a dos balseros cubanos en medio de un fuerte oleaje, y un helicóptero de la Guardia Costera sacó del mar a una mujer a decenas de metros de la costa. Al parecer, los tres formaban parte de un grupo de ocho que salió el 17 de marzo desde Jibacoa, al este de La Habana. Cuatro de ellos habrían muerto, según las autoridades estadounidenses.

Milena González Martínez, balsera.

Los sobrevivientes son Milena Isabel González Martínez, de 37 años; William Villavicencio Pérez, de 36; y Carlos Lázaro Bringiere Hernández, de 38, informó El Nuevo Herald.

Los dos hombres fueron asistidos en una playa de Fort Lauderdale (35 kilómetros al norte de Miami). En el momento del rescate ya eran prácticamente incapaces de mantenerse en pie. González Martínez estaba casi inconsciente sobre el conjunto de neumáticos que formaba la balsa.

Los tres fueron enviados al Hospital Holy Cross de Fort Lauderdale. La Guardia Costera anunció que sigue rastreando la zona en busca del resto del grupo.

Oficialmente cinco personas están desaparecidas: Antonio Rodríguez Pantoja, Fernando Aguilera Vargas, Juan Tamayo Muñoz, Ángel Mantecón Guevara y Nerisbel Suárez Galán, esposo de González Martínez.

"Los vi ahogarse a todos delante de mis ojos", balbuceó la mujer, que se encontraba deshidratada. Tony Russell, portavoz de los Guardacostas dijo que González Martínez vio morir el martes a dos miembros del grupo y el miércoles a otros dos. Su esposo fue el primero.

Las televisiones locales mostraron en directo la odisea de los balseros. Según las leyes migratorias estadounidenses, los cubanos que logran pisar tierra —es el caso de Villavicencio Pérez y Bringiere Hernández— pueden obtener la residencia en el país. Pero los convenios entre La Habana y Washington establecen que los interceptados en el mar pueden ser devueltos a la Isla, riesgo en el que se encontraría González Martínez.

Bringiere Hernández realizaba su decimocuarto intento de emigrar a Estados Unidos. Según El Nuevo Herald, el balsero dijo que durante la travesía el grupo tuvo que beber orina para sobrevivir. "El tiempo estuvo terrible siempre, las olas por veces alcanzaban los 10 pies de alto", agregó.

Testigos del rescate afirmaron que Villavicencio Pérez y Bringiere Hernández fueron esposados en la playa.

"Les pusieron las esposas. Les dije que no lo hicieran, pero me dijeron que es el procedimiento", dijo Roberto Silva.

"Nunca pensé que les hicieran algo así. Estoy muy disgustada. Son seres humanos y deberían tratarlos mejor, con todo lo que han pasado. Estaban heridos, ¡por Dios!", añadió Nieves López, otra testigo.

En diciembre del año pasado, 10 balseros cubanos desaparecieron en el mar mientras intentaban llegar a las costar de Florida y fueron dados por muertos. "El riesgo de estas travesías es ahora aún mayor debido a las malas condiciones atmosféricas en las aguas del Estrecho", dijo el teniente Russell.