AFP/ México. México pidió formalmente a La Habana toda la información que haya podido recoger sobre el empresario Carlos Ahumada, implicado en un caso de corrupción en la capital mexicana, y sobre otros dos hombres que fueron detenidos e interrogados por las autoridades de la Isla, informó este jueves la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía).

"Se entregaron al Ministerio de Justicia de la República de Cuba (…) seis solicitudes de asistencia jurídica para recabar la documentación, información y material videográfico respecto a las investigaciones realizadas por las autoridades cubanas cuando Carlos Ahumada, Antonio Martínez y Enrique Arcipreste se encontraban bajo su custodia", señaló la fiscalía.

Ahumada, Martínez y Arcipreste están encarcelados en la Ciudad de México, los dos primeros acusados de fraude por un monto de 2,7 millones de dólares; el tercero, de fraude procesal.

Ahumada declaró en La Habana que había negociado —sin precisar con quién— la entrega de unos vídeos en los que se observa a políticos de la izquierda mexicana aceptando de sus manos grandes cantidades de dinero, y a otro apostando en un casino de Las Vegas.

El canciller cubano Felipe Pérez Roque hizo públicos fragmentos de las declaraciones obtenidas de Ahumada en Cuba.

Pérez Roque intentó sustentar ante la prensa el caso Ahumada tiene "incuestionables connotaciones políticas", por lo que se determinó su deportación y no extradición, como lo había solicitado el gobierno mexicano.

En esa conferencia, el canciller cubano reveló que La Habana tenía 40 horas de grabación con declaraciones de Ahumada, de las que, se especula, podrían surgir los nombres de las personas con las que supuestamente el empresario negoció la entrega de los vídeos que sumergieron en su peor crisis a la izquierda mexicana.

Tres de las solicitudes de información entregadas por México este jueves fueron formuladas por la fiscalía de la capital. Pero, de acuerdo con el tratado de asistencia jurídica entre ambos países, la información deberá ser entregada a la Procuraduría federal.

El caso Ahumada derivó en una serie de acusaciones entre ambos países que detonaron la determinación del gobierno mexicano de expulsar al embajador cubano en México y retirar a su embajadora en La Habana, dejando la relación diplomática a nivel de encargados de negocios.