Una decisión de la empresa estadounidense DirecTV ha terminado con la posibilidad que tenían algunos cubanos de captar clandestinamente señales de televisión norteamericanas, informó la AP.
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Antena clandestina para captar señales de televisión. |
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A finales de abril, la empresa cambio sus tarjetas de decodificación para frenar la piratería en Estados Unidos. La medida afectó, aunque sin proponérselo, las señales que se captan en la Isla.
"Ese ha sido un inesperado regalo para el gobierno de (Fidel) Castro", opinó Hans de Salas, investigador del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Estadounidenses de la Universidad de Miami.
DirecTV, con sede en California, lleva a cabo una intensa cruzada contra la piratería. Su director de relaciones públicas, Robert G. Mercer, dijo que la empresa no tenía otra opción.
"Aunque entendemos que ellos (los cubanos) tienen una razón diferente que aquellos individuos que roban nuestra señal en Estados Unidos, lo cierto es que reciben nuestra programación sin autorización y en una parte del mundo donde no tenemos licencia para operar", dijo.
Los pocos cubanos que utilizan el sistema Dish TV, de la empresa estadounidense EchoStar, no han sido afectados por la decisión. Esa entidad no ha revelado si tiene planes de incrementar sus medidas de seguridad.
El cambio del sistema DirecTV al Dish podría resultar muy complicado en la Isla, donde el gobierno prohíbe a los cubanos captar señales de televisión extranjera y comprar o importar la tecnología para conseguirlo.
La repercusión de las medidas antipiratería de DirectTV coinciden paradójicamente con la decisión del gobierno de George W. Bush de incrementar los fondos para garantizar que los cubanos reciban información generada en Estados Unidos.
El pasado 6 de mayo, la Casa Blanca prometió un presupuesto de 18 millones de dólares para romper la interferencia de La Habana a las transmisiones de Radio y Televisión Martí hacia la Isla. |