Una reunión entre los cancilleres de México, Luis Ernesto Derbez, y Cuba, Felipe Pérez Roque, para hablar de la peor crisis diplomática entre los dos países, terminó este jueves en Guadalajara sin declaraciones a la prensa, informó la AFP.

Derbez y Pérez Roque se reunieron al margen de la Cumbre América Latina, el Caribe-Unión Europea, que acoge la ciudad mexicana. Los cancilleres se limitaron a posar para los fotógrafos tras el encuentro.

Ambos funcionarios debían unirse al resto de los 58 titulares de Exteriores que han acudido a Guadalajara para preparar la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, a iniciarse este viernes.

"La actitud de México fue ofensiva para el pueblo cubano", dijo Pérez Roque al arribar a la ciudad mexicana, el miércoles, en referencia a la decisión del gobierno de Vicente Fox de expulsar al embajador cubano y retirar a su máxima representante diplomática en la Isla.

México tomó esas decisiones a principios de mayo, tras varios incidentes, y acusó a La Habana de haberse inmiscuido en sus asuntos internos.

Castro no acudió a la Cumbre. "Hay asuntos serios pendientes y no resueltos relacionados con la falsa y deshonesta acusación de que nuestro país ha intervenido en los asuntos internos de México", dijo en un mensaje divulgado en La Habana. "No existen, a nuestro juicio, las más mínimas condiciones para que una visita mía a ese hermano y entrañable país con motivo de la mencionada reunión aporte resultado constructivo alguno", añadió.

A su llegada a México, Pérez Roque advirtió que acudiría a la reunión con Derbez "con la misma franqueza y apego a la verdad que preside todos los actos del gobierno cubano", para abordar un tema "que no ha quedado resuelto y que está pendiente de solución".

México había reiterado el martes a La Habana la invitación a "ir zanjando las diferencias", según el secretario de Gobernación (Interior), Santiago Creel.

Creel agregó que la intención de las autoridades mexicanas era determinar "los puntos en los cuales deben de superarse los desencuentros".

A finales de abril, las autoridades de la Isla deportaron al empresario mexicano Carlos ahumada, arrestado en Cuba y acusado en México de un fraude millonario con fondos públicos.

Ahumada es el autor de vídeos en los que aparecen integrantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) de México, recibiendo dinero sucio.

Esos vídeos desataron una fuerte crisis en la organización política que ocasionó la renuncia de varios de sus miembros. El PRD acusó a sectores del gobierno y de la derecha mexicana de un complot en su contra.

Al deportar a Ahumada, La Habana emitió una declaración en la que dijo que los hechos atribuidos al empresario tenían "una incuestionable connotación política" y afectaban "de un modo u otro tanto a funcionarios y autoridades como a otras personas" mexicanas.

El gobierno de Fox consideró que el régimen de Castro tenía "la intención de confundir a la opinión pública interna y externa".

Junto al embajador cubano, México expulsó al consejero político de la representación diplomática de la Isla. Según informó entonces Creel, el funcionario y otros dos miembros del Partido Comunista de Cuba habían realizado actividades "inaceptables" en territorio mexicano.