El gobierno cubano no permitió la entrada al país de un diputado del Partido Popular (PP), el principal partido de la oposición de España, y de dos parlamentarias del gobernante partido cristianodemócrata de Holanda, informó EFE.

El diputado español Jorge Moragas, secretario de Relaciones Exteriores del PP, y las parlamentarias holandesas tenían visados de turista y habían anunciado su intención de reunirse con miembros de la disidencia.

El gobierno declaró "inadmisibles" a los diputados y a una responsable de una ONG holandesa que les acompañaba, y las autoridades no les permitieron salir de la zona de tránsito del Aeropuerto Internacional de La Habana, dijeron a EFE fuentes diplomáticas.

Las mismas fuentes apuntaron que las embajadas de España y Holanda —país que preside este semestre la Unión Europea— exigirán explicaciones "inmediatamente" por escrito al Ministerio cubano de Relaciones Exteriores para aclarar lo sucedido.

El gobierno español anunció este sábado que ha convocado con urgencia a la embajadora de Cuba en España, Isabel Allende, para pedirle explicaciones por la "inaceptable" expulsión de la Isla del diputado del PP.

En un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid considera "inaceptable" que las autoridades cubanas hayan rechazado la entrada en ese país de Moragas y reafirma su deseo de seguir trabajando en la democratización y en la defensa de los derechos y las libertades en Cuba.

Mientras tanto, el presidente del opositor Partido Popular, Mariano Rajoy, calificó la expulsión del diputado de su formación como un "atropello al conjunto de la ciudadanía española". Rajoy, en declaraciones a los periodistas antes de intervenir en un acto en la ciudad andaluza de Almería (sur), afirmó que Moragas "es un diputado que representa al pueblo español".

Esta expulsión, añadió, es "la constatación de lo que es Cuba, el régimen de Castro, lisa y llanamente una dictadura donde los disidentes no pueden ejercer ninguna actividad política".

Rajoy consideró que Cuba está "en las antípodas de lo que debe ser una democracia y un respeto a las libertades y a los derechos humanos". Quiso, además, "llamar la atención al gobierno de España, que a través de su embajador en La Habana, no ha estado muy fino en los últimos tiempos".

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida (Partido Comunista y otros), Gaspar Llamazares, acusó a Moragas de "provocar intencionadamente un conflicto" al viajar a Cuba con un visado de turista cuando, en realidad, su objetivo era reunirse con opositores al régimen de Fidel Castro.

Llamazares dijo en declaraciones a Europa Press que la visita del diputado "forma parte de la estrategia del Partido Popular de enredar, en momentos en que se está intentando reconducir las relaciones con Cuba y superar la inutilidad la política de confrontación que promovió el PP".

En otras reacciones, la secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez, calificó los hechos como "un problema de carácter burocrático provocado" por Jorge Moragas, quien en su opinión debería haber solicitado un visado acorde al carácter político de la visita que iba a realizar a la Isla. Según declaró Jiménez a Europa Press, Moragas ha acusado "falta de madurez" y ha pretendido simplemente "llamar la atención".