Un grupo de académicos protestó por la decisión del Departamento de Estado norteamericano de denegar visas a 65 profesores cubanos, invitados a la reunión anual de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés).
Según informó la AP, en un gesto simbólico, decenas de sillas representando a los cubanos se mantuvieron vacías el pasado viernes 8 de octubre, durante una de las sesiones del evento.
Para ese día estaba previsto el debate del libro titulado The Cuban Economy at the Start of the 21st Century (La economía cubana en los inicios del siglo XXI). Pero la decisión del gobierno estadounidense de no autorizar que los cubanos asistieran a la reunión pasó a ser el tema de discusión en una sala ocupada por cerca de 75 estudiosos.
El cubanoamericano Jorge Domínguez, director del Weatherhead Center for International Affairs de la Universidad de Harvard y co-editor del libro, declaró que se sentía desconcertado por la decisión del Departamento de Estado.
"¿Qué mensaje se quiere enviar a Cuba, que la censura del gobierno está bien? ¿Que el gobierno debería interponerse al libre intercambio de ideas?", preguntó Domínguez.
Afirmó que casi todos los cubanos habían viajado a Estados Unidos con anterioridad.
Los miembros de LASA acordaron redactar una resolución para condenar la decisión del Departamento de Estado. El grupo se autodescribe como la asociación profesional más grande en el mundo de los estudios sobre Latinoamérica y el Caribe, con alrededor de 4.500 miembros.
La decisión de Washington "crea una especie de atmósfera helada para el intercambio de ideas, declaró Marysa Navarro", presidenta de LASA y profesora de Historia en el Dartmouth College.
El Departamento de Estado ha rechazado las peticiones para que reconsidere su decisión, y ha clasificado a los académicos cubanos como funcionarios del gobierno de Fidel Castro que habrían viajado a Estados Unidos a "divulgar la línea del Partido" Comunista de Cuba. |