La liberación desde ahora hasta julio de un número significativo de disidentes será la prueba de fuego para la nueva etapa de las relaciones entre el gobierno cubano y la Unión Europea, tras la decisión de Bruselas de suspender temporalmente las sanciones contra La Habana, estimaron diplomáticos citados por la AFP.

El lunes, en Bruselas, los ministros de Relaciones Exteriores de los Veinticinco decidieron suspender temporalmente las sanciones diplomáticas adoptadas en junio de 2003 para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes, condenados a penas de hasta 28 años de cárcel, y el fusilamiento de tres secuestradores de una lancha, que intentaban huir a Estados Unidos.

Irónicamente, un diplomático europeo se preguntó si la decisión de Bruselas "no es finalmente más un gesto hacia España que hacia Cuba". El gobierno español fue el que promovió la suspensión de las sanciones europeas.

Madrid considera que las medidas han demostrado ser ineficaces para conseguir cambios en la Isla y mejorar la situación de los opositores y los presos políticos.

La UE mantendrá "un diálogo constructivo con las autoridades cubanas con miras a obtener resultados tangibles en las áreas económicas, políticas y en materia de derechos humanos", dijo el lunes el canciller luxemburgués Jean Asselborn, cuyo país preside la Unión este semestre.

"Los derechos humanos serán el eje de este diálogo", advirtió en La Habana un diplomático europeo, subrayando que la liberación o no de un número "significativo" de disidentes será "un factor clave" a la luz del cual serán reexaminadas las relaciones con La Habana.

En el 2004 el gobierno cubano concedió licencia extrapenal por razones de salud a 14 de los 75 opositores encarcelados en abril del 2003. Este tipo de permiso no exime del cumplimiento del resto de la condena.

"Eso fue verdaderamente un progreso significativo en este tema" de los derechos humanos, estimó un diplomático europeo.

Sin embargo, son pocos quienes se inclinan por el optimismo. "Tendrán algunos gestos, al liberar a algunos, entre ellos los más enfermos, pero serán pocos más", pronosticó otro.

Un listado de 16 opositores encarcelados en muy mal estado de salud fue remitido a las embajadas europeas en La Habana por la disidencia.

"Dudo de que liberen a más de uno o dos de los 61 restantes (del grupo de los 75), antes de la reunión de (la Comisión de Derechos Humanos de la ONU) en Ginebra, en mayo", dijo otro diplomático.

En su opinión, se trata de "una partida de ajedrez" en la cual las liberaciones sólo se producen "cuando son útiles".

La suspensión de las sanciones se traducirá en el levantamiento de las restricciones a las visitas de alto nivel a Cuba; el cese de las invitaciones de disidentes y funcionarios del gobierno a las celebraciones de fechas nacionales en las embajadas de la UE en La Habana; y en el regreso de los europeos a los eventos culturales que se realizan en la Isla.

El encargado de negocios de la UE en la Isla, Sven Kühn von Burgsdorff, defendió la decisión de los Veinticinco y aseguró que no se dejará de lado a los disidentes.

"No hay ninguna razón para no confiar en nuestro interés de intentar hacer las dos cosas al mismo tiempo, mejorar el diálogo con el gobierno y con la sociedad civil, incluida la oposición pacífica", dijo Kühn von Burgsdorff a la AP.

El funcionario europeo se mostró optimista en cuanto a los resultados de la decisión adoptada por los cancilleres europeos el lunes, pero prefirió no comentar cómo se realizará ahora el contacto con los disidentes.