Fidel Castro, dedicó el martes cerca de dos horas a hablar de las bondades de las ollas de presión y las ollas arroceras que comenzarán a venderse en el país tras estar prohibidas por su consumo de electricidad, informó Reuters.

Esta fue la promesa del gobernante a los cientos de mujeres que escucharon su discurso de más de cinco horas por el Día Internacional de la Mujer.

Castro dijo que las ollas arroceras y ollas a presión comenzarán a ser vendidas a precios subsidiados. Esto será posible gracias a "los milagros de la revolución", señaló, según AFP.

"Comenzaremos a repartir 100.000 ollas de presión mensuales, buenas ollas", dijo Castro.

"Dijimos que se iba a resolver el problema eléctrico, entonces les hablo de una olla arrocera. Que levanten la mano aquellas a quienes les gusta la olla arrocera", añadió el gobernante, tras lo cual recibió una ovación.

Ante el auditorio, integrado por miembros de la Federación de Mujeres Cubanas, una organización controlada por el gobierno, Castro dijo que la distribución de las ollas será posible además "por la colaboración de la población" en el ahorro energético y destacó el papel de las amas de casa en ese sentido.

Esto es "un pago adelantado por la lucha que ustedes me prometieron librar para que la gente ahorre", afirmó.

Castro dijo que con sus nuevos aliados —Venezuela y China— y la conducción política de la revolución, Cuba se encamina hacia "la invulnerabilidad económica", apuntalada por el sector turístico y una mejora en la industria del níquel y el cobalto, tras conseguir la "invulnerabilidad militar".

No obstante, afirmó que la intensa sequía que afecta al país dañó la producción de caña de azúcar, por lo que se espera que la zafra de este año "apenas llegue a 1,7 millones de toneladas, o quizás menos".

El gobernante defendió la fuerte centralización de las decisiones económicas que lleva a cabo su régimen y señaló que esa medida permite "eliminar la intermediación financiera" y ahorrar unos "200 o 300 millones de dólares por año".

"Nos vimos obligados a centralizar porque había 3.000 (funcionarios) que compraban, se llenó el país de intermediarios" financieros, dijo.

"Sabíamos que teníamos que centralizar, que los fondos del Estado no podían estar administrados por cientos de empresas", añadió.

Según Castro, la administración centralizada de los recursos permite al país mejores términos y oportunidades de inversión.

Además de a la centralización, Castro atribuyó lo que considera una nueva capacidad de inversión de Cuba a los amplios acuerdos suscritos en 2004 con Venezuela y China, países con los que, dijo, "se está creando una interdependencia" mediante "vínculos mutuamente ventajosos".