La policía política suspendió la visita que debía realizar el pasado martes Gisela Delgado Sablón, directora del Proyecto de Bibliotecas Independientes, a su esposo Héctor Palacios Ruíz, condenado a 25 años de prisión en la última campaña represiva del gobierno de Fidel Castro.
Junto a otras esposas de opositores encarcelados, Delgado Sablón asistió a una misa el pasado domingo, Día de las Madres, en la iglesia de Santa Rita (patrona de los milagros imposibles), en La Habana.
Por ese motivo agentes de la policía se presentaron el día 12 en casa de la disidente para informarle de la suspensión de la visita a su esposo.
Paradójicamente, el 11 de mayo las madres y esposas de presos políticos no marcharon por la Quinta Avenida de la Ciudad de La Habana, como hacen después de las misas dominicales desde que en abril fueran encarcelados 75 opositores pacíficos de toda la Isla.
El servicio de noticias Cubanet informó que, precisamente debido a las amenazas de la Seguridad del Estado, Delgado Sablón, Miriam Leiva —esposa del periodista independiente Oscar Espinosa Chepe, condenado a 20 años— y otras mujeres asistentes a la misa explicaron a los corresponsales de la prensa extranjera presentes en el recinto religioso que no realizarían la marcha silenciosa y pacífica.
A la salida de la iglesia, las mujeres consideraron que muchas de las esposas de los opositores sentenciados a penas de hasta 28 años, no tienen a otros familiares que puedan asumir la atención de los presos ni la de ellas si también son encarceladas.
Después de la conversación, las mujeres se dispersaron y algunas coincidieron en el rumbo por el costado izquierdo del edificio, explica Cubanet, pero no se trató de una marcha.
Decenas de agentes de la Seguridad del Estado estaban en el lugar vestidos de civil y tuvieron constancia de este hecho.
A pesar de las aclaraciones de las disidentes, algunos reportes de prensa se refirieron además a "una protesta cívica que terminó sin incidentes".
Después de que los tribunales enviaran a prisión a 75 opositores pacíficos de todo el país, la policía política suele visitar a los familiares de los presos para advertirles sobre las consecuencias que tendrían sus acciones públicas en la situación de los presos. |